Un ser desalmado y sin remordimientos, así describen vecinos de Coyula a Crecencio Rodríguez quien privó de la vida a su esposa, Bárbara Elizabeth, y la enterró en el patio. Y es que en esta comunidad atlixquense corrió el rumor durante años de que este hombre también habría asesinado a su madre.
El asesino que fue descubierto este domingo – el varón de 30 años mató a su esposa de 22, desde el miércoles de la semana pasada – pensaba huir de su pueblo y dejar a las dos hijas que procreó con Bárbara, con su suegra, pero fue su hija de siete años, no la de cinco como se había manejado, quien delató a su progenitor con su abuela, siendo ésta última quien alertó a las autoridades del atroz crimen.
En entrevista con CAMBIO Regionales, el comandante de Coyula, Martín Bonilla, reveló que entre la gente del pueblo se corre el rumor de que Crecencio privó de la vida a su madre, pero no quiso dar más declaraciones al respecto.
“Dicen que hizo lo mismo con la mamá también, dicen que ellos venían de Tenextepec, se habían ido para allá aunque son de aquí, pero se habían ido por lo mismo pero nosotros no podemos hacer nada” dijo.
Asesino pidió dinero prestado para huir
Desde el miércoles 24 de mayo, Crecencio, quien aparentemente se dedicaba al campo, comenzó a pedir dinero prestado a sus amigos y vecinos, bajo el pretexto de que atravesaba por una difícil situación económica, aunque la verdad es que pretendía darse a la fuga.
Su plan se vino abajo el domingo 28 de mayo, cuando la hija mayor del matrimonio le relató los hechos a su abuela por lo que fueron a verlo a su casa y descubrieron que intentaba huir.
“Lo agarraron ahí en la puerta y ya no se pudo ir, por eso, dijo todo lo que pasó, sino nunca se hubiera sabido la verdad”, mencionó Martín Bonilla.
Con respecto a las niñas y su custodia, este medio solicitó una entrevista con la presidenta del DIF Municipal de Atlixco, Elvia Siliceo, pero no hubo respuesta.
Sin embargo, según los usos y costumbres del pueblo, si las niñas están con la abuela, madre de la finada, podrán seguir a su resguardo.