La celebración del bautizo de una bebé de seis meses se convirtió en la peor tragedia registrada en Puebla derivada del sismo de este martes. La familia Escamilla, con unos cuantos invitados, no pudo escapar al derrumbe de la techumbre de la iglesia Santiago Apóstol, aunque el padre y el sacristán sí lo lograron.
El sismo de 7.1 grados dejó una estela de terror con 11 muertos oficiales: tres niños, cinco mujeres y tres hombres. Sin embargo, los sobrevivientes de la caída del techo hablan de 14 personas adentro del templo.
Entre los muertos del lugar está también el regidor de Gobernación de Chiautla de Tapia, Jacinto Roldán Capistran cuyo cuerpo fue uno de los últimos en ser rescatado de entre los escombros.
Los apoyos de las autoridades no llegaron a este municipio situado a 20 minutos de Izúcar de Matamoros, por lo que la población tuvo que organizarse y comenzar con el operativo para rescatar de entre los escombros los cuerpos de las 14 personas.
Primero fueron decenas de pobladores de Atzala quienes comenzaron las labores de retiro de los escombros con la esperanza de encontrar a alguien con vida, pues fueron toneladas las que cayeron sobre los asistentes al bautizo.
Pasadas las 16:00 horas se sumaron vecinos de los municipios de Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia, así como maquinaria que utilizaron para remover las piedras más grandes.
Al filo de la medianoche los trabajos continuaban, pues de acuerdo con la versión del sacerdote del lugar eran al menos 15 las personas que se encontraban en la iglesia y que prácticamente no tuvieron ni tiempo para poder salir del inmueble pues la intensidad del sismo hizo que en segundos se viniera abajo el techo.