Como si se tratara de una profecía apocalíptica, en la que el tercer ángel derrama su copa en los ríos para convertirlos en sangre, el río Acotzala en San Martín Texmelucan se tiñó de rojo, luego que las fábricas de calcetines asentadas en la zona desecharan sus aguas tóxicas, sin ningún tipo de tratamiento al afluente.

El río Acotzala se forma del deshielo del volcán Iztaccíhuatl, hasta San Salvador El Verde, pero al entrar a San Martín Texmelucan toma colores inusuales y una pestilencia insoportable.

Ayer, un preocupante tinte carmesí se esparció por el afluente hasta llegar al parque El Chamizal, en la colonia Los Dicios. El río de sangre se extendió a la colonia La Joya y Domingo Arenas, afectando decenas de viviendas, hasta conectarse con el Atoyac.

Los vecinos de la colonia Los Dicios denunciaron las consecuencias de estas descargas ilícitas y a pesar de las constantes quejas, las autoridades municipales los han ignorado.

“El problema del río es frecuente, ya que los colores son diferentes: rojos, verdes, azules, además provoca una pestilencia insoportable, la cual se intensifica por las noches”, afirmó uno de los inconformes, quien omitió su nombre por temor a represalias.

El afectado afirmó que durante la administración de Noé Peñaloza se entregaron varios oficios con firmas de los vecinos, las cuales también se hicieron llegar al municipio de San Salvador El Verde, “pero sólo se quedó en eso, ya que nunca se realizó algún tipo de estrategia para solucionar el problema”.

Aseguró que en la gestión de Peñaloza Hernández el problema de la contaminación se intensificó y a la fecha, las autoridades municipales no han podido controlarlo.

En esta zona están instaladas fábricas como MariTex, Santa Fe, así como varias empresas productoras de calcetines ubicadas en la comunidad El Moral, perteneciente a Texmelucan.