Con la protección del presidente municipal y empresario gasolinero de Palmar de Bravo, Pablo Morales Ugalde, la banda de ‘Los Bukanas’ –una célula delictiva de Los Zetas– operaba con toda tranquilidad en la extracción de hidrocarburo mediante el esquema de la construcción de viviendas sobre los ductos con válvulas conectadas para la extracción ilegal de combustible.
El esquema sorprendió a las autoridades policiales en su megaoperativo del jueves pasado, ya que en al menos 20 de las viviendas cateadas fueron halladas llaves conectadas a los ductos de Pemex, como si se tratara de una red de agua potable.
Según las evidencias obtenidas por CAMBIO, el propio fiscal Víctor Carrancá Bourget constató la impunidad de la que goza este grupo criminal en la zona que forma parte del Triángulo Rojo y aunque fueron aprehendidos algunos halcones y huachicoleros, la cabecilla principal ‘El Bukanas’ escapó, por lo que se teme en que se dé un reajuste en la organización que pudiera desatar violencia.
Este medio visitó algunas de las casas cateadas la noche del jueves pasado y verificó que en la mayoría, los más de 500 policías que participaron en el megaoperativo entraron disparando.
Incluso aún hay manchas de sangre y aunque algunos pobladores aseguran que hubo al menos tres muertos, las autoridades locales no lo han confirmado.
Las casas huachicoleras
Según fuentes extraoficiales, en todas las casas que fueron revisadas esa noche en el operativo denominado Encrucijada fueron hallados bidones cargados de combustible robado. Algunas familias –según las fuentes- las almacenaban para vender y otros para consumo personal.
Lo que más llamó la atención fue que en 20 hogares había válvulas desde donde se llenaban cientos de bidones al día. La más cercana se ubica a 150 metros de distancia del Poliducto Minatitlán-México.
CAMBIO ha dado cuenta que según información de Petróleos Mexicanos, en los últimos dos años se cuadruplicó el número de tomas clandestinas en Palmar de Bravo.
Un municipio en donde ahora sí hay temor a ser detenido
No sólo en La Encrucijada sino en otras poblaciones aledañas hay temor a ser detenidos tras el megaoperativo del jueves pasado. Algunos familiares de los detenidos con los que pudo platicar esta casa editorial –quienes por temor pidieron el anonimato– aseguraron que sus parientes fueron llevados por la fuerza y los están incriminando con ‘El Bukanas’ sólo porque encontraron algunos mensajes en sus teléfonos celulares que los hace suponer que se dedican al robo de gasolina.
Hay temor. Ahora sí hay miedo a que la policía regrese al pueblo a ejecutar más ordenes de aprehensión por lo que hay toque de queda.
El terror que causó el tiroteo
Alrededor de las 21:00 horas, elementos de la Marina, Ejército, Gendarmería y policías locales entraron disparando en este pueblo –según la versión de algunos campesinos–. Los disparos incluso alcanzaron a algunos perros que, durante el recorrido, aún estaban tirados en las calles con un balazo en el cuerpo.
Se vivieron momentos de terror. En el recorrido que realizó CAMBIO encontró que en algunos domicilios aún está la ropa tirada. “Esculcaron todo. Se llevaron televisores, carros, pantallas. Todo lo que encontraron a su paso”, contó una persona de la tercera edad.
Según algunos, los agentes dispararon a diestra y siniestra. Tiraron puertas, rompieron vidrios de las ventanas. Se llevaron a menores de edad, a jóvenes y a adultos.
Fue hasta a las 6:00 horas del viernes cuando los agentes federales y estatales abandonaron Palmar de Bravo.