Esta semana se cumplieron nueve años de la reinauguración del dos veces mundialista Estadio Cuauhtémoc; proyecto que corrió a cargo del gobierno de Rafael Moreno Valle, mismo que en principio prometió una maravilla arquitectónica al estilo del Allianz Arena en Múnich, Alemania o el Nuevo San Mamés en Bilbao, España, sin embargo, al final entregaron a los poblanos el “internacionalmente reconocido” ‘Chiquihuite Stadium’.
Fue el 18 de noviembre de 2015 cuando fue reinaugurado el estadio Cuauhtémoc, luego de que en agosto de 2014 la administración morenovallista lanzara la licitación para remodelar el coloso de la colonia Maravillas, proyectando un costo inicial de 517 millones de pesos, costo de obra que posteriormente incrementó a más de 713 millones de pesos pagados con el dinero de los poblanos.
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Desde el inicio se prometió que el estadio Cuauhtémoc quedaría completamente renovado, pues los renders incluían desde una zona VIP al interior de las tribunas, pantallas gigantes tanto en la parte interior como exterior del estadio y hasta un restaurante.
Fue en noviembre de 2014 cuando arrancaron los trabajos de remodelación de este estadio escenario de dos Copas del Mundo, México 1970 y México 1986.
Aunque, la licitación fue ganada por la constructora Acapro de Hidalgo SA de CV, el proyecto estuvo a cargo a través del despacho de arquitectura Dünn Lightweight Architecture, la cual presumió en su portal oficial los render del Estadio Cuauhtémoc, así como la explicación de la fachada elaborada con el material ETFE, para reducir el peso de la estructura.
Chiquihuite Stadium: el monumento a las promesas no cumplidas
Cabe recordar que la remodelación del Estadio Cuauhtémoc se vio enmarcada por una serie de promesas incumplidas.
Y es que desde un inicio, cuando se presentó el proyecto, las autoridades estatales prometieron un estadio ‘estilo europeo’ asegurando que una vez concluidos los trabajos, el Estadio Cuauhtémoc luciría como el Allianz Arena donde juega el Bayern Múnich de Alemania, o el en ese entonces recién inaugurado, Nuevo Estadio de San Mames del Athletic de Bilbao de España.
Sin embargo, una vez terminados los trabajos, la fachada elaborada con el material ETFE dejó mucho que desear a los aficionados que esperaban un estadio de futbol de ‘primer mundo’.
Ante esto, los aficionados comenzaron las burlas ante el aspecto del nuevo Estadio Cuauhtémoc, el cual fue rebautizado como el ‘Chiquihuite Stadium’.
Asimismo, en los renders se aseguraba que el nuevo Estadio Cuauhtémoc contaría con cuatro mega pantallas en la parte interior en cada una de las esquinas de la estructura, así como una mega pantalla en la parte exterior, pero esto no ocurrió.
Por si fuera poco, el Gobierno del Estado proyectó construir un área VIP para aficionados e incluso un restaurante al interior de las tribunas, pero todo esto, solo quedo en los renders presentados en el lanzamiento del proyecto.
Además, originalmente, las obras del Estadio Cuauhtémoc tuvieron que estar completamente listas para el 25 de agosto de 2015, sin embargo, estas se retrasaron, obligando que la inauguración del inmueble se realizara hasta noviembre de ese mismo año con un encuentro ante el Boca Juniors de Argentina.
Puebla estrena el Chiquihuite con partido somnífero
Tras 361 días, el estadio Cuauhtémoc reabrió sus puertas para albergar el partido entre el Puebla y el club argentino, Boca Juniors, el cual concluyó con un marcador de 1-0 a favor de la escuadra de la Angelópolis.
El único tanto del partido fue anotado por el delantero argentino Matías Alustiza desde los once pasos, siendo lo más emocionante de todo el partido, debido a que a lo largo de 90 minutos no hubo jugadas de peligro en ninguna de las dos porterías.
En aquella ocasión, el conjunto de Boca Juniors visitó Puebla con un cuadro plagado de suplentes, dejando en Argentina a quien en ese momento era su jugador estrella, el delantero Carlos Tevez.