Durante la mañana de este domingo 25 de agosto, un enfrentamiento entre elementos de la Guardia Nacional y un grupo de delincuentes dejó como saldo un sicario muerto, una camioneta asegurada, la cual tenía reporte de robo, cartuchos útiles y un inhibidor de señal.
El combate armado tuvo lugar en dos municipios, iniciando en la comunidad de Cuacnopalan, Palmar de Bravo, y prolongándose en inmediaciones de Cañada Morelos, luego de que los delincuentes intentaron escapar.
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Los hechos ocurrieron alrededor de las 6:30 de la mañana, cuando un reporte indicó la presencia de una camioneta Silverado de color azul, en la que viajaban al menos seis hombres armados, por lo que efectivos de la Guardia Nacional iniciaron su búsqueda.
Al ser ubicado el vehículo en cuestión, los delincuentes abrieron fuego contra la unidad oficial, desencadenando un enfrentamiento armado y una persecución que tuvo un desplazamiento por la carretera estatal Tecamachalco-Cañada hasta la autopista Cuacnopalan-Oaxaca.
La balacera finalizó alrededor de las 9:00 de la mañana, cuando se reportaron nuevamente detonaciones de armas de fuego sobre la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, a la altura del kilómetro 001+000.
De manera extraoficial se indicó que el fuego cruzado dejó un sicario muerto, ya en territorio de Cañada Morelos, a la altura del restaurante ‘el Potrillo’, que se encuentra sobre la carretera estatal a Tecamachalco, kilómetro 0.
Posteriormente en la carretera Esperanza-Azumbilla, el conductor de la camioneta donde huían los delincuentes, perdió el control del vehículo saliendo de la carpeta asfáltica, quedando incapacitado para continuar su fuga.
Por lo que, los ocupantes de la camioneta abandonaron el vehículo y huyeron a pie en diferentes direcciones entre la maleza hacia zonas cerriles, quienes hasta el momento no hay reporte de algún detenido.
Las autoridades lograron asegurar la unidad, la cual contaba con reporte de robo desde el 9 de mayo de este año y en su interior, los oficiales hallaron varios cartuchos útiles y un inhibidor de señal.
Después de los hechos, trascendió que se desarrolló un sobrevuelo de helicópteros de las fuerzas federales en la zona donde se dispersaron los delincuentes.
Y se implementó un operativo entre elementos de la Guardia Nacional y efectivos del Ejército Mexicano, con el objetivo de realizar patrullaje de vigilancia en la zona.
Esto, mientras se realizaron las diligencias por parte de los peritos de investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) del área de la coordinación de Homicidios Dolosos.
