La NASA anunció un nuevo avance en la exploración del planeta Marte gracias al rover Perseverance, que desde 2021 opera en la superficie marciana con el objetivo de buscar señales de vida microscópica pasada.
En esta ocasión, el hallazgo consiste en una muestra denominada “Cañón Zafiro”, recolectada en julio de 2024 en el borde del Valle de Neretva, un antiguo sistema fluvial que desembocaba en el cráter Jezero.
El descubrimiento lo presentaron en una conferencia de prensa encabezada por Sean Duffy, actual administrador interino de la NASA, y respaldado por varios especialistas de la misión, como Lindsay Hays, científica sénior de la División de Ciencias Planetarias. El hallazgo lo detallaron en un artículo publicado en la revista científica Nature.
Según el informe, el rover identificó en la muestra nódulos minerales inusuales, como vivianita (un fosfato ferroso) y sulfuro de hierro, presentes en rocas arcillosas formadas en ambientes acuáticos antiguos.
Estos compuestos son de gran interés científico porque se asocian a procesos químicos comparables con los encontrados en lagos antárticos en la Tierra, donde existen comunidades microbianas activas.
Científicos explican la hipótesis de vida en Marte
Los autores principales del estudio, Joel Hurowitz y Mario Parente, explicaron que estos minerales, ricos en fosfatos. Refuerzan la hipótesis de que Marte pudo haber albergado entornos con química redox. Un tipo de interacción química esencial para la formación de moléculas orgánicas complejas en los orígenes de la vida.
En el estudio también participaron los investigadores españoles Alberto González Fairén y Felipe Gómez, del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA).
Aunque el hallazgo no constituye evidencia directa de vida, la interacción orgánica-mineral observada en la muestra podría ser una biofirma. Una señal indirecta de actividad biológica pasada o de condiciones propicias para la vida.
Estas investigaciones forman parte del esfuerzo de la NASA por comprender si Marte fue, en algún momento, un planeta habitable.
Retorno de Perseverance con las recolecciones en Marte
Desde su llegada al cráter Jezero en febrero de 2021, Perseverance ha recolectado 30 muestras geológicas y aún dispone de seis tubos vacíos para futuras recolecciones.
La zona de Neretva Vallis ha sido mapeada con instrumentos de alta precisión como el espectrómetro CRISM. Confirmando la presencia de esmectitas (arcillas) y carbonatos, minerales formados en presencia de agua.
El siguiente paso crucial será traer estas muestras a la Tierra. Sin embargo, la NASA se enfrenta a importantes desafíos.
La misión original de retorno la cancelaron, debido a problemas de presupuesto —que ya alcanza los 11.000 millones de dólares— y a los retrasos en el calendario.
Actualmente, se evalúan nuevas propuestas más simples y económicas, algunas impulsadas por empresas privadas como Lockheed Martin, con el objetivo de concretar el regreso antes del año 2040.
A esto se suma una gran preocupación por la seguridad biológica: las muestras marcianas podrían albergar compuestos aún desconocidos. Por lo que deberán estudiarse en laboratorios de máxima contención para evitar riesgos de contaminación en la Tierra.
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