La Presunta Izquierda
Las tentaciones autoritarias
Rubén Moreno Medina
Cuesta entender, traducir las palabras, versiones y posturas
oficiales, sobre las explosiones en las instalaciones de PEMEX,
sucedidos en Guanajuato y Querétaro.
Primero nos
dicen que los estallidos fueron producto de la presión o
disminución en la conducción del gas, después sostuvieron
que fue por el mal estado en las instalaciones, luego se dijo
que fueron los que ilegalmente sustraen gasolina, más tarde anunciaron que
todo estaba bajo control, y de pronto todo se vino abajo por el largo comunicado
del EPR, quien se adjudico las explosiones.
En un instante todo cambio por arte de magia, el gobierno federal se puso
hacer sus propias interpretaciones, análisis y reflexiones para concluir y denunciar
dichos actos como un atentado.
El procurador general denuncia los
hechos, condena al grupo armado denominado- Ejército Popular Revolucionario-,
el vocero de la Presidencia quien pocas veces aparece, de pronto simula
preocupación y anuncia de manera oficial la condena a la violencia con
aquel lenguaje barroco propio de los priistas.
Presuntamente todos se ponen en alerta roja, se reúne el gabinete de seguridad,
dan instrucciones para incrementar la vigilancia en todas las instalaciones
de la paraestatal, los órganos de seguridad nacional dicen que el explosivo
utilizado proviene de Europa; en las giras del Presidente se incrementan
la vigilancia por parte del Estado Mayor Presidencial, en fin todos se ponen
nerviosos: corren, chocan entre sí, buscan dar con los responsables, tratando
de entender el mensaje del EPR para descifrarlo y decirle a Calderón Hinojosa
lo que ellos quieren que escuche.
El Ejecutivo Federal, debió haber recibido por lo menos "diez mil notas
informativas" sobre lo relacionado con la guerrilla y seguramente en los Pinos
el teléfono rojo y la línea de comunicación interna dejaron de sonar y
recibir llamadas.
Camilo Muriño uno de los funcionarios más influyentes ha
de seguir muy preocupado, tratando de encontrar alguna explicación para
evitar que el país se les escape de las manos.
No terminan de una y ya tienen otra bronca más, Javier Lozano Alarcón,
poblano ilustre, valiéndole gorro su responsabilidad y todo lo relacionado
con los trabajadores mexicanos y el sector productivo, tomo sus cosas y se fue
a los Estados Unidos para demandar al famoso empresario chino-mexicano;
el diputado federal Cristian Castaño, quiso ser sarcástico con sus "chingaderas"
y término como un torpe bufón.
El chino sigue declarando en el país vecino, contrata abogados de un lado
y otro, sigue generando confusión y nadie puede aclarar nada. Felipe Calderón
Hinojosa en un desliz autoritario declara que meterá a la cárcel al oriental.
Por la televisión nos enteremos y observamos como Vicente Fox Quesada, le
hace entrega de su carta de nacionalización mexicana a dicho personaje.
De todo esto, la pregunta que debemos hacernos debe ser: ¿ésta funcionando
la Secretaría de Gobernación? ¿ el ex gobernador de Jalisco garantiza
la seguridad interna del país? ¿ conoce los asuntos confidenciales y de seguridad
nacional ? ¿ estará enterado de los movimientos sociales en México? ¿ ha
concertado con las fuerzas políticas nacionales? . En fin muchas preguntas en
apenas ocho meses de gobierno siguen sin contestar, es preocupante el papel
del actual Secretario de Gobernación; todos hablan y nadie dice la verdad, la
confusión es la reina de las mentiras y esto genera síntomas negativos sobre la
credibilidad en un gobierno.
Por otra parte sería gravísimo que el autoritarismo de los regímenes pasados
volvieran aparecer, los atentados del EPR de ninguna forma pueden ser
utilizados para generar "cortinas de humo", tampoco para iniciar procesos
selectivos de persecución y represión, de ningún modo se puede criminalizar
la lucha social y las libertades políticas.
Sé debe cerrar paso a la violencia provengan de donde sea, es una tarea
fundamental de todas las fuerzas políticas, sobretodo en un régimen político
que debe buscar consolidar su propia democracia. Por eso suena y huele mal
cuando algunos tratan de pensar y acusar al propio Andrés Manuel López
Obrador de coincidencias con las posturas del grupo guerrillero, como lo
señalo el Senador, Alejandro González Alcocer.
Coincidir o no con López Obrador, es un debate por aparte, lo fundamental
es evitar la confrontación social, la polarización política y el linchamiento mediático
en contra de la izquierda legal y electoral. No hay duda que existen otras
fuerzas que desean la ruptura política en México y esto hay que evitarlo.
Se trata simplemente de decir sólo la verdad, la sociedad mexicana requiere
información y transparencia, en ninguna democracia puede reinar la
incertidumbre, está deslegitima a las instituciones.
Han pasado muchos años para poder construir la democracia en México,
un modelo aún no terminado, en donde la izquierda hizo y ha hecho sus propias
aportaciones, también lo hicieron las demás fuerzas políticas y la propia
sociedad civil.
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