Sólo 24 legisladores recibieron a Marín

 

AN le hizo el feo al gobernador. PRD y Convergencia se sumaron a la cargada priista

 

Efraín Núñez Calderón

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17 de las 41 curules del Congreso del estado lucieron vacías, ayer que ante la presencia del gobernador Mario Marín, los diputados priistas decidieron develar el nombre con letras de oro del general Miguel Negrete. Sólo los legisladores del tricolor y dos diputados de oposición —Rodolfo Huerta del PRD y José Juan Espinosa de Convergencia— le hicieron los honores al mandatario estatal.


Los pasillos de la sede del Poder Legislativo fueron abarrotados por los escoltas de Mario Marín, la avanzada del Gobierno del estado, algunos diputados y presidentes municipales priistas electos, funcionarios estatales en horario de trabajo, así como la hermana del gobernador, Julieta Marín Torres.


La ausencia de los diputados del PAN fue evidente. Sus curules vacías fueron la muestra fehaciente de su molestia por la presencia del representante del Ejecutivo estatal en el Congreso. Más tarde confirmaron su protesta con una rueda de prensa en la que llamaron non grato a Mario Marín.


El ritual protocolario dio paso a los discursos de los diputados del tricolor que no repararon en adular y rendir respeto a Marín Torres. En algunos de estos legisladores se apreciaba la nostalgia propia de las despedidas. Qué mejor hacerlo ante quien reconocen como el primer priista del estado.


En las galerías los diputados electos Humberto Aguilar Viveros —mejor conocido como Calzonzin— y Bárbara Ganime observaban impávidos los que en breve serán los lugares que ocuparán el Congreso. Por momentos compartían comentarios en voz baja y aplaudían las aseveraciones de sus correligionarios Daniel Martagón y Pericles Olivares.


El ritual se consumó cuando tras develar la placa, el gobernador Mario Marín Torres tomó la palabra. Hizo alusión a la aportación de Miguel Negrete en la historia de Puebla al ser partícipe de la batalla del 5 de mayo.


No hizo alusión alguna a las repercusiones políticas originadas al ser exonerado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tampoco hizo alusiones políticas, ni realizó su reiterado llamado a la unidad. Sin la oposición presente no tenía sentido un señalamiento en ese sentido.


Los panistas aguardaron la retirada del mandatario —que eludió a la prensa y salió del recinto por una puerta contigua— para convocar a una rueda de prensa y hacer pública su molestia. Con la consigna “Para Puebla ni un Cacho de justicia” Eliseo Lezama llamó non grato al gobernador Mario Marín.


La bancada panista se reunió para realizar lo que probablemente será su último acto de resistencia en la actual legislatura y adelantaron que no acudirán al próximo informe del gobernador.


Entrevistado a su salida, Pericles Olivares, presidente de la Gran Comisión fue cuestionado respecto a si la presencia del gobernador viola la autonomía del Congreso, titubeante, el diputado rechazó la insinuación. Con la solemnidad que lo caracteriza abrochó su saco, abordó su camioneta y se retiró del recinto.

 

 

 


 
 
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