Paro parcial en la policía municipal


El “terrorismo laboral” del Hidalgo Vigueras lo provocó


Los uniformados exigieron la restitución de sus compañeros Adán Hernández y Eutiquio González, quienes a su vez habían apoyado a un compañero más que había llegado ebrio a trabajar.


Edmundo Velázquez

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La expulsión de dos uniformados provocó un paro de labores en la Policía Municipal de Puebla durante el fin de semana. De 8 de la noche del viernes a las 12 del día del sábado los elementos de los cinco sectores se mantuvieron de brazos cruzados en sus bases sin salir a patrullar.


Los uniformados exigieron la restitución de sus compañeros Adán Hernández y Eutiquio González, quienes a su vez habían apoyado a un compañero más que había llegado ebrio a trabajar.  Cabe decir que Adán Hernández concedió una entrevista a Cambio, en la que despotricaba en contra del secretario de Seguridad Pública y Vialidad Municipal, Guillermo Hidalgo Vigueras, y lo acusaba de instaurar “terrorismo laboral” entre los trabajadores de la dependencia.


El secretario de Seguridad Pública se negó a reinstalar a los dos elementos argumentando indisciplina, lo que provocó el paro parcial que mantuvo a Puebla sin los elementos de los cinco sectores.


Fue hasta que los municipales pidieron cita con Gobernación estatal (Segob) cuando se dio una negociación al medio día del sábado para la que fuera necesaria la presencia de otros funcionarios como mediadores.


A la reunión acudieron el subsecretario de Asuntos Jurídicos de la Segob; Armando Toxqui;  el secretario de Gobernación municipal, Juan de Dios Bravo, e incluso el ex jefe de la Policía Municipal, José Ventura Rodríguez Verdín.


Además de la reinstalación de sus compañeros, las inconformidades de los policías se basaron en mejoras en sus prestaciones laborales y sueldos. Hecho, que según el secretario de Seguridad, “ya estaba previsto” por la administración de Blanca Alcalá Ruiz.


Pero Hidalgo Vigueras fue tajante y se negó rotundamente a reinstalar a Adán Hernández y Eutiquio González. Por lo que desde el fin de semana los elementos expulsados fueron reubicados en sus antiguas adscripciones, bajo el mando de la Policía Estatal.


Al respecto de las medidas de Hidalgo, el policía lo consideró un caso de autoritario por los castigos impuestos a él y Eutiquio González:


“Al comandante no tienen por qué castigarlo. A mí quizá sí, porque hice declaraciones, pero estoy en todo mi derecho. La Constitución me da el derecho de manifestarme y expresarme”, comentó Adán Hernández.


Cambio publicó recientemente la queja del policía, quien aseguró en entrevista que el secretario Hidalgo Vigueras trabajaba bajo un régimen de “terrorismo laboral”, y detalló la historia de Saúl Claren, un compañero suyo que laboraba en el Sector 5 y que fue el primer expulsado de la Policía Municipal por haber llegado en estado inconveniente a laborar.


Su jefe de sector, Eutiquio González, prefirió que regresara a su casa para evitar que manipular armas en ese estado, pero ambos policías fueron denunciados.


Fue entonces que Saúl Claren fue dado de baja y enviado a la Policía Estatal mientras que su jefe de sector fue amonestado.


Tras la queja, Hernández amenazó con organizar un paro laboral y detalló que había ya consenso entre los cinco sectores para que iniciaran su protesta a la brevedad. Hidalgo, al entrarse de esto dio de baja también al jefe de sector y a Adán, por organizar la revuelta, con lo que inició la protesta el viernes pasado alrededor de las ocho de la noche.


Entrevistado después de que Hidalgo diera por terminada la primera mesa de diálogo la madrugada del sábado, el agente Adán Hernández relató cómo le fue notificada su salida de la Policía Municipal:


“Nos hablaron de la dirección, nos dijeron que entregáramos las armas en el depósito, nos dieron el recibo y en una camioneta nos mandaron a la policía estatal para que nos incorporáramos”.

 

“Nunca tuvieron a un policía como jefe”


En una segunda mesa de trabajo, que ocurrió el sábado al mediodía, Hidalgo se mantuvo en su dicho y no ofreció la reinstalación de los elementos reasignados a la Policía Estatal. En cuanto a las medidas laborales para el resto de los policías, la administración municipal fue flexible, según explicó Hidalgo Vigueras.


“Se llegó a un arreglo en lo legalmente posible y en lo que podía cumplir el municipio.  Ellos pedían la restitución de sus compañeros, toda vez que esto no es posible. Por cuestiones del reglamento ellos habían incurrido en faltas, mismas que hicieron que no fuera posible su restitución en la Policía Municipal.”


Además, Guillermo Hidalgo consideró que el resto de las peticiones de los integrantes de la comisión “son legítimas”, aunque mencionó que el paro no era la forma correcta para pedir mejores medidas laborales.


“Nosotros somos policías, y esa no es la forma en que debemos actuar, porque la ciudadanía confía en su seguridad y no podemos de dejar de trabajar por ninguna situación”, subrayó Hidalgo.


El funcionario también adelantó que no habrá ninguna falta administrativa a aquellos miembros de la Policía Municipal que hayan participado en el paro.


—Los policías aseguran que usted toma medidas muy duras o que no es flexible…—se le preguntó en entrevista a Hidalgo.


—Creo que son estilos de mando. Lo que pasa es que ellos nunca habían tenido un secretario policía. Los secretarios habían sido puros civiles o gente que venía a través de política o con otras pretensiones. Eso es lo que pasó —aseguró el titular de Seguridad Pública Municipal.


Hidalgo Vigueras además mencionó que el paro no afectó a los poblanos debido a que duró poco y aún hubo otros 400 elementos que doblaron turno, como los agentes de tránsito y aquellos adscritos a grupos como Azores, Centauros y el grupo Táctico.

 


 
 
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