Adiestra Álvarez Icaza a la ombudsman poblana


Activistas poblanos retiran a Bullén del presidium


El comisionado de Derechos Humanos en el Distrito Federal advirtió ante activistas y ante la CDH de Puebla sobre la amenaza social que implican los linchamientos, tal y como ocurrió el fin de semana en Tlapanalá.


Brahim Zamora Salazar

 

 

Emilio Álvarez Icaza Longoria, ombudsman del Distrito Federal, aleccionó a su homóloga en Puebla, Marcia Maritza Bullén, al advertirle que los linchamientos son la antesala para el caos social, ya que se evidencia la falta de confianza de los ciudadanos en sus autoridades.


La recién electa comisionada de Derechos Humanos recibió su primera advertencia sobre los significados de las venganzas ciudadanas a 48 horas del linchamiento de siete secuestradores en Tlapanalá, rescatados por elementos de la Procuraduría General de Justicia de una turba de pobladores que con su ataque impidieron un rapto.


“Cuando ocurren (los linchamientos) es porque la sociedad no cree más en las instituciones, no cree más en el Estado, y no tiene más remedio que convertir el acceso a la justicia en la ejecución de la venganza. Es cuando tenemos que actuar con más contundencia e independencia”, atajó Álvarez Icaza.


El ombdusman defeño estuvo presente ayer en la ciudad de Puebla para dictar la conferencia “El papel de los organismos públicos de derechos humanos en México. El modelo de gestión de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF)”, en el marco del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.


A invitación del Panel de Observación de Derechos Humanos para Puebla, Álvarez Icaza vino al Sindicato de Telefonistas para encontrarse con que una de las asistentes al evento era precisamente Marcia Bullen, la comisionada para los Derechos Humanos en Puebla.


Aunque quiso sentarse en el presídium, donde estaban dos de los integrantes del recién formado Consejo de la Sociedad Civil para los Derechos Humanos —Fritz Glockner y Alma Delia Méndez—, tuvo que bajar, pues sólo era una asistente más y no fue invitada para hablar.


El marco no pudo ser mejor, pues una de las intenciones del Panel era precisamente hacer oír a la CDH local una experiencia exitosa de gestión en México.


Y eso hizo el presidente de la CDH. Dar una lección de que a pesar de los presupuestos cortos, la voluntad política es la clave para hacer funcionar las instituciones.


Y la independencia de los poderes.


Resaltó la importancia de los consejos consultivos y puso de ejemplo el suyo propio, donde hay personalidades como Denisse Dresser o Clara Jusidman, que trabaja con total independencia, es electo transparentemente por la asamblea legislativa y que sanciona el uso del presupuesto y los programas, pero más allá, colabora en la elaboración de los programas.


Esto contrasta fuertemente con la situación local, donde ni siquiera hay un consejo consultivo completo y el Congreso nos e tomó la molestia de convocar a la sociedad para su conformación.


Otro tema toral para Álvarez Icaza es la transparencia, pues ésta es la que le da fortaleza a la CDHDF, ya que los recursos y las acciones ejecutadas con éstos son la única muestra del trabajo hecho y la fundamentación para el trabajo que viene. “No creo en aquellos que dicen que la austeridad es gastar menos, mientras haya hay que gastar, pero bien y con total transparencia.”


Lamentó el uso de la ley, que a veces es rígido y esto lleva al absurdo, al recordar el caso de un niño de cuatro años que fue acusado de violación y cuyo caso, lo peor del mismo, fue integrado por un agente del Ministerio Público, que mandó a aprehender “a tan peligroso delincuente” al jardín de niños.


“Podría causarnos mucha risa, si no fuera real.”


Esto llevó a una de las reflexiones centrales: “Sólo el Estado violenta los derechos humanos, las personas, los particulares comenten faltas o delitos.”


De ahí que la idea de que los organismos públicos de defensa de los derechos humanos sean para defender a delincuentes sea absurda, “es de quien no los usa” pues “nueve de cada 10 personas que se acerca a la CDH gana mil pesos o menos al mes. Y eso porque la pobreza no tiene un instrumento que las clases medias o altas sí tienen: la palanca.


Es por ello que pidió sensibilidad para quienes usan este servicio público, pues acuden a él quienes no tienen otra puerta institucional.


También recordó que las comisiones de derechos humanos no tienen sólo la tarea de emitir recomendaciones, sino también pueden utilizar los recursos que los acuerdos y tratados internacionales dan, como las medidas cautelares: “El año pasado en la Ciudad de México, llevamos a cabo unas cinco mil.”


Son muy importantes, pues evitan que la violación a derechos humanos llegue más lejos y “los funcionarios, al enterarse que nosotros ya sabemos, actúan conforme a la ley, en lo que integramos la queja”.


Otra de las tareas es emitir informes especiales, como en caso de News Divine, y la capacitación y formación, “pues no podemos pasarnos la vida tapando hoyos”.


Es preciso comentar que el abismo entre el DF y Puebla en la materia es inmenso.

 

 

 

 

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