Retrasos en la Célula culpa de Seduop: Pérez Salazar   
       Los inversionistas quieren ver el proyecto hecho realidad, asegura el titular de SFA  
	  Gerardo Pérez habla por primera vez con CAMBIO sobre los conflictos de La Célula: su competencia con Tlaxcala, sus cualidades y su defecto. El principal problema del proyecto es el retraso en la ejecución de la obra   
		          Selene Ríos Andraca   
                 
                   
                 Gerardo  Pérez Salazar, secretario de Finanzas y Administración, lo tiene claro: si La Célula no ha atraído  inversionistas nacionales y extranjeros para instalarse en el recinto aduanero  de Oriental se debe a los retrasos en la construcción del magno proyecto  marinista: “Si ya tuviéramos el recinto, estaríamos en otra etapa mucho más  agresiva de promoción del proyecto y por el momento, pues no está concluido.”  
                  
                   En  entrevista exclusiva con Cambio,  Pérez Salazar refiere que los retrasos en la construcción de la primera etapa  del recinto fiscalizador, que comprende la edificación de la aduana y la  ejecución de las vialidades internas, no obedecen a problemas financieros, sino  a problemas técnicos “de ingeniería” de la Secretaría de  Desarrollo Urbano y Obras Públicas (Seduop) a cargo de Javier García Ramírez.  
                  
                   Cambio ha  realizado una serie de reportajes sobre los evidentes retrasos en la construcción  de la primera etapa. En marzo, La   Célula no era más que un enorme aplanado perdido en oriental  y en julio, cuando se cumplió el primer año de iniciar la construcción, el  avance consistía en tres pequeñas casetas, una vialidad a medias y un gran encharcamiento  alrededor de la obra.  
                  
                   De  acuerdo a la página de Transparencia del Gobierno del estado, Javier García  contrató a las empresas Urbinco, Grupo Constructor JOCC, así como a  Constructores y Mercaderes Iberoamericanos para la construcción de las vialidades  internas del recinto por un costo de 126 millones 258 mil 394 pesos, según el  contrato OP/LPE/Seduop-2007-0277, mismas que tenían que haberse concluido el  pasado 22 de febrero.  
                  
                   Aunque  el contrato original firmado por las tres empresas y la Secretaría de Obras estipula  que las vialidades del recinto estarían concluidas el 31 de diciembre del año  pasado, en octubre se les otorgó una prórroga para entregarlas en febrero del  año en curso.  
                  
                   Para  el pasado 19 de junio, según esos mismos documentos, tenía que estar de pie el  edificio aduanero, pero hasta la fecha es inexistente. Para el edificio, el  gobierno marinista le pagó a la Constructora Checa 54 millones 619 mil 330 pesos  y por supuesto, el inmueble aún no existe.  
                  
                   Sentado  en sus oficinas recién remodeladas, en el tercer piso del edificio de Finanzas,  Gerardo Pérez considera que Javier García Ramírez debería agilizar “un poco” la  construcción, para que los integrantes de la iniciativa privada se acerquen a La Célula y se instalen en  Oriental.  
                  
                   “Hace  falta un poco de aceleración del paso, porque si bien es cierto que es un  proyecto alineado al Plan Estatal de Desarrollo y al Plan Nacional de  Desarrollo, son áreas que atraen inversiones extranjeras, creo que si fuéramos  más rápido estaríamos en condiciones de realizar más promoción, más agresiva  ¿Por qué? Porque las empresas quieren ya ver más realidad en los proyectos.” 
                  
                   Con  documentos y calculadora en mano, Gerardo Pérez justifica a su compañero García  Ramírez, al asegurar que algunos de los retrasos en la construcción del segundo  magno proyecto del gobierno marinista han obedecido a problemas técnicos con  los que se han enfrentado los ingenieros contratados por la Secretaría de Obras.  
                  
                   “Se  habla de inundaciones, pero es un tema más técnico, tienen que hacer unas  adecuaciones a un río, que no es ni río, es un arroyo chico, un arroyito. No es  problema el encharcamiento en algunas zonas, sino el problema de ingenierías.  Ya viene el nodo intermodal y la primera etapa del parque industrial, en cuanto  a la licitación creo que van avanzados, pero ya serán ellos los que determinen  los tiempos.” 
                  
                   Hasta  el momento, La Célula  tiene dos empresas comprometidas en instalarse en el páramo de Oriental. Una de  ellas es la especialista en gomas de mascar Adam’s y la segunda es una  tratadora de alimentos de Europa del Este. 
                  
                   El  titular de Finanzas prefirió reservarse el nombre de la segunda empresa para  seguridad del compromiso ya pactado entre ésta y el gobierno estatal.  
                   
                 La Célula contra  los recintos del país 
                  
                 Por  primera vez, Pérez Salazar acordó un encuentro con esta casa editorial para  explicar los conflictos que enfrenta su proyecto aduanero, y es que fue él  quien le propuso al gobernador implementar un recinto fiscalizador en el valle  de Libres de Oriental.  
                  
                   Al  secretario de Finanzas le preocupa muy poco que en el país haya más de una  veintena de puertos secos y de recintos fiscalizadores, ya que Puebla, asegura,  tiene ventajas geográficas sobre muchos estados por su cercanía con el Puerto  de Veracruz.  
                  
                   “Yo  diría que no es tema que nos preocupe, los comentarios a nivel nacional sobre  estos proyectos se habla de que se requieren más proyectos de éstos, hablan de  que se necesitan cada vez más. En México solamente hay nueve autorizados, el  hecho de que vengan más es algo positivo, sobre todo que se demuestra que no  estamos mal, porque en otros estados están haciendo lo mismo.” 
                  
                   —¿Este  nuevo recinto fiscal en Tlaxcala, cómo le afectará al proyecto del gobierno  marinista? ¿Sería una competencia directa?— se le preguntó a Pérez Salazar. 
                  
                   —Que  no, nosotros tenemos unas ventajas geográficas sobre Tlaxcala. Tenemos acceso  directo a Veracruz, tenemos dos líneas ferroviarias que llegan directamente a La Célula, autopistas ya  activas y que pasan por el proyecto. Tenemos, independientemente de otros,  tenemos ventajas competitivas interesantes. 
                  
                   —¿Por  qué La Célula  no ha tenido el mismo efecto comercial que otros proyectos, como el de  Monterrey? Es decir, no tienen empresas comprometidas ¿Qué le ha fallado al  gobierno? 
                  
                   —Yo  diría que si bien es cierto se ha hecho un programa de promoción fuerte del  proyecto desde que salió en la fase de promoción que duró un año, hubo una fase  de validación y de obtención de recursos y después la constructiva... vamos a  nuestro paso y que en función como vayan avanzando las obras tendremos mejores  resultados, sobre todo si avanzan más rápido. 
                   
                   
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