Rescatan La Pintada de acción vandálica


La contaminación química impide conocer las fechas de las pinturas, advierten expertas del INAH


Yanireth Israde / Agencia Reforma /

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Rescatan La Pintada de acción vandálica

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Para arrancar de las piedras los grafitis que durante décadas deterioraron el sitio arqueológico La Pintada, en Sonora, célebre por sus pinturas rupestres, un pequeño hisopo resultó un instrumento poderosamente efectivo.


Este palillo, recubierto de algodón en su punta y humedecido con solvente, debió absorber en un arduo y minucioso proceso los rayones, dibujos y trazos que vándalos marcaron en las formaciones rocosas de esta área patrimonial, afectando de paso los antiguos diseños zoomorfos (venados, reptiles o aves), antropomorfos y geométricos plasmados por los ancestros del grupo seri.


Por sus figuras rupestres, La Pintada es uno de los enclaves culturales más importantes del noroeste de México, actualmente cerrado al público, pero cuya apertura alistan el INAH y las autoridades municipales y estatales, explicó Eréndira Contreras Barragán, quien encabeza las tareas de habilitación.


Sería el primer sitio arqueológico oficialmente abierto en Sonora, junto con el Cerro de Trincheras, aunque las obras rupestres del primero, al situarse en las paredes de un cañón por el que se accede tras pasar tres ranchos, son bien conocidas por la comunidad, que acostumbraba entrar sin restricciones hasta antes de las labores de acondicionamiento.


Aunque se pensaba que las rocas donde se hallan las antiguas formas alojaban cientos de ellas, al culminar la limpieza —que se prolongó del 30 de octubre al 17 de noviembre—, los especialistas se percataron de que son miles y de todos los tamaños.


"Hay diseños de unos cinco centímetros y otros de aproximadamente un metro", señaló la arqueóloga y refirió que la fecha en que fueron plasmados se desconoce, si bien por la cerámica y puntas de proyectil, entre otros materiales encontrados en un campamento estacional próximo al cañón, poblado por grupos cazadores y recolectores, se estima que las pinturas abarcan del año 700 de nuestra era al 1700.


El retiro del grafiti, a cargo de 15 voluntarios entrenados por el INAH y reunidos mediante una convocatoria pública, reclamó jornadas de trabajo de ocho horas o más, pues no se podía frotar o restregar el hisopo, sino colocarlo cuidadosamente en el grano de la piedra para permitir la absorción de los componentes.


Estudiantes de la Universidad de Sonora, un topógrafo retirado, una enfermera, así como mujeres dedicadas al hogar se sumaron a este proceso de limpieza y conservación, coordinado por las restauradoras Sandra Cruz Flores y Saydé Sortibrán Cárdenas.


También se efectuó una limpieza mecánica con bisturí para retirar capas superpuestas de pintas y letreros en el cañón, que suma una longitud de 300 ó 400 metros, desde su inicio hasta el final, estimó Contreras Barragán.


Pudo extraerse 80 por ciento del grafiti en un área de trabajo integrada por dos muros. Cada uno linealmente midió alrededor de 15 metros.


El 20 por ciento restante se espera removerlo este año en un segundo periodo de trabajo de seis semanas, una vez que culmine el verano, y se tienen planes, en temporadas subsecuentes, de erradicar los perjuicios causados por exposición a la intemperie, tales como velos salinos, proliferaciones de microorganismos y ennegrecimiento del soporte pétreo.

El costo de la agresión


Pero los daños ocasionados por la intervención humana son de índole "más grave y cruel", consideró Contreras Barragán.


El grafiti, puntualizó la restauradora Cruz Flores, resultó impactante en más de un sentido.


"Encontramos estratigrafía, es decir, en ciertas zonas se pudieron ubicar hasta cinco capas de pintura entre aerosol, aplicado en brocha o simplemente arrojada. No obstante, aunque con menor impacto visual, existe mucho deterioro por grafiti inciso o perfilado con lápiz o pluma", indicó en declaraciones divulgadas por el INAH.


El visitante, en aras de apreciar detalladamente las pinturas, incluso ha humedecido los diseños con agua o refresco y propicia de este modo a la destrucción, pues activa el ciclo salino que afecta la obra.
Una de las consecuencias más drásticas de estas agresiones es que eliminan la posibilidad de realizar estudios para el fechamiento.


"Es imposible fechar una pintura rupestre que ha sido afectada por esa contaminación química, de tal manera que quedamos limitados en las posibilidades de comprensión en torno a las culturas pasadas", ponderó Cruz Flores.


"Afortunadamente", previno Contreras, "el sitio es amplio y concentra otros diseños que no están contaminados y con ellos podemos efectuar los análisis".


Un reporte, aún en proceso, permitirá determinar la cantidad de grafitis sobre los testimonios rupestres, adelantó la arqueóloga, porque los vándalos afectaron toda la zona sin concentrarse deliberadamente en las pinturas, pero éstas de todos modos fueron alcanzadas.


En el deterioro de La Pintada, admitió, todos tienen parte de responsabilidad, tanto los gobiernos municipales y estatales que desde hace décadas han pretendido sin éxito abrir el sitio en proyectos sexenales que carecen de seguimiento, como el INAH, porque pudo haber hecho más.


"No se habían hecho los trabajos de prospección e investigación (hoy en curso), pero de alguna manera siempre se ha estado al pendiente", añadió.


Sin embargo tampoco puede abrirse La Pintada de manera precipitada por respeto al sitio y sus visitantes, quienes deben tener condiciones mínimas de información y seguridad para recorrer el sitio, opinó.


Se prevé que la primera etapa del acondicionamiento concluya este mismo año.

 

No procede turismo masivo
El INAH prevé abrir La Pintada por etapas, pues busca un acondicionamiento que no altere el paisaje cultural y, además, sea reversible, detalló la arqueóloga Eréndira Contreras Barragán.


El arte rupestre, destacó, es uno de los elementos arqueológicos más vulnerables, por eso tampoco se contempla un turismo masivo. No más de 12 personas, calcula, pueden permanecer simultáneamente en el cañón de las pinturas rupestres, al que se llega tras un ascenso que debe efectuarse con precaución para evitar accidentes.


"El interés del gobierno del Estado por abrir el sitio es genuino, pero no podemos hacerlo sin las condiciones necesarias para protegerlo", advirtió.


La primera etapa, que espera concluir este año, abarcaría la instalación de andadores, señalización, módulo informativo y se pretende resolver también la vigilancia y la participación de guías.


Paralelamente se trabaja un Plan de Manejo y financieramente las autoridades municipales y estatales han prometido recursos para la habilitación del sitio.

 

 


 
 
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