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 El recinto ferial, en total abandono     Enorme adeudo de energía eléctrica   Leticia Ánimas Vargas / Corresponsal  / Huauchinango, Puebla
   En total abandono y con un adeudo de varios miles de pesos  por concepto de consumo de energía eléctrica, se encuentran las instalaciones  del Recinto Ferial, obra que en la primera mitad de la década de los ochenta  tuvo el propósito de dignificar la fiesta más tradicional de los huauchinanguenses. El Recinto Ferial fue concebido como el corazón de la  festividad. El punto de encuentro, la referencia. Todo en la Feria de las Flores giraría  en torno a su edificio. Pero desde hace algunos años, las autoridades  municipales parecen empeñadas en conseguir que se deteriore a marchas  aceleradas.
 El edificio ha servido para todo: ha sido escenario de  bodas, bautizos, XV años y demás celebraciones; de los acarreos de militantes  de los dos partidos que han gobernado el municipio, el PRI y el PAN; ha sido  albergue en situaciones de contingencia; bodega de autos y madera que son  evidencia de la comisión de algunos ilícitos; y almacén de muebles, discos y  libros escolares.
 A pesar de ello, poco o nada se ha hecho para mejorarlo  desde su construcción, lo único que ha crecido en el lugar son los enormes  hoyancos en el pavimento de las calles que lo circundan, los agujeros en la  malla que lo protege y los huecos que va dejando la caída de las láminas que lo  cubren.
 Quizá el mejor ejemplo de la desidia de la administración municipal  es la elevada deuda que se tiene con la Compañía de Luz y Fuerza, que suministra el  servicio de energía eléctrica y que está a punto de alcanzar la cifra de los  100 mil pesos, sólo en los últimos tres años.
 Cada vez que algún ciudadano alquila el recinto para un  evento, tiene que sortear la serie de obstáculos que la empresa de electricidad  le pone para dotarle del servicio y se han dado casos en los que optan por  conseguir una planta de luz, debido a las dificultades para lograr un contrato  para el lugar por el enorme adeudo.
 A escasas 5 semanas del inicio de la 70 Feria de las Flores,  en el piso del recinto pueden encontrarse enormes pilas de libros de educación  indígena a punto de desbaratarse por haberse mojado con las lluvias, discos  compactos educativos que corren la misma suerte, y mobiliario escolar que se  daña, ante la indolencia total del personal municipal y de la Coordinación   Regional de Desarrollo Educativo, mientras en las comunidades  o colonias populares hay niños que toman clases a la intemperie, en escuelas  que carecen de todo.
 Si a lo anterior sumamos la falta de iluminación, las ratas  que frecuentan habitualmente el lugar, el estado de destrucción en que se  encuentran los sanitarios… nos encontramos con un panorama lamentable, como  consecuencia del total abandono que sufre el lugar por parte del las  autoridades municipales que en estos días se preparan para entregarlo, junto  con otros saldos de su gestión, a quienes nos habrán de gobernar a partir del  próximo 15 de febrero.
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