Quejas contra alcaldía por propiciar competencia desleal
De la asociación de Ópticas de Huauchinango
Heriberto Hernández Castillo / Corresponsal / Huauchinango, Puebla
La agrupación de “Ópticas de Huauchinango” arremetió contra el ex presidente municipal Carlos Martínez Amador, debido a que “él ha abusado de su cargo porque por un lado desalojó el comercio ambulante del centro y por otro golpea a los negocios establecidos dejando que vengan vendedores de otros lado a instalarse en el parque a hacer una competencia desleal”.
Cansados de tantas vueltas y vueltas, y sabedores que los funcionarios tanto de industria y comercio, como del sistema DIF municipal y hasta el propio ex presidente, “se echaban la bolita unos y otros”. Denunciaron ante este medio lo que ellos consideraron “un abuso de las autoridades para propagar una competencia desleal”.
En el centro de la ciudad de Huauchinango, en el zócalo, entre la esquina que forman las calles de Zaragoza e Hidalgo, se instala desde hace varios meses, de manera intermitente, un negocio de lentes que viene de fuera, no se sabe de dónde exactamente, pero de manera semifija despachan en el parque central.
Es una estructura tubular y se cubre con una lona que promueve un “examen de la vista gratis” y lleva en la leyenda del patrocinador número uno: del ayuntamiento municipal, además anuncian anteojos desde 100 pesos.
Trabajadores de la dirección de Industria y Comercio les contestaron a los inconformes que la orden para la instalación del puesto la dio Carlos Martínez Amador, el ex alcalde, al tenerlos enfrente les comentó que se trataba de un programa de ayuda del DIF municipal. Al consultar con el personal del DIF les dijeron que ese departamento nada tenía que ver con ese negocio.
Los integrantes de la agrupación de ópticas de Huauchinango se adelantaron al comentar: “lo que los del ayuntamiento pueden decir, es que se les dejó poner porque dan un buen precio y es una ayuda para la gente de pocos recursos, pero si realmente ellos quisieran ayudar, les sugerimos que se vayan a las comunidades, allá adonde les hace falta”.
Los comerciantes establecidos aseguraron que el negocio ambulante de anteojos “vende productos de mala calidad que pueden afectar al consumidor más que ayudarlo, nada más basta saber el precio de lo que ofrecen”.
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