¿Niños de ocho años tomando estatinas?
El debate médico empieza


Tara Parker-Pope / Nueva York


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¿Medicinas contra el colesterol para niños de ocho años de edad? Esta agresiva nueva recomendación para evitar enfermedades cardiacas en algunos niños ha provocado un furioso debate entre los pediatras desde que la emitió la Academia Americana de Pediatría (AAP) el 7 de julio pasado.


Aunque algunos médicos aplaudieron la idea, otros se mostraron incrédulos. En particular, estos médicos llamaron la atención hacia una falta de evidencia de que el uso de medicinas para reducir el colesterol —llamadas estatinas— en niños evite los ataques cardiacos en etapas posteriores de la vida.


“¿Cuáles son los datos que demuestran que esto es útil en la prevención de ataques cardiacos?”, preguntó el doctor Darshak Sanghavi, cardiólogo pediatra y profesor asistente en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts. “¿Cuántos ataques cardiacos esperamos evitar de esta manera? No hay dato alguno respecto a eso”.
Tampoco hay datos sobre los posibles efectos colaterales de tomar estatinas durante 40 o 50 años, añadió Sanghavi.
Otros médicos dijeron que la recomendación distraería la atención de los cambios de sentido común en la dieta o el ejercicio, que también son parte de los nuevos lineamientos.


“Para ser franco, me siento avergonzado de la AAP en estos momentos”, dijo el doctor Lawrence Rosen del Centro Médico de la Universidad Hackensack en Nueva Jersey. Añadió: “¿Tratamiento con medicamentos en ausencia de algún dato claro? Espero que estén listos a la reacción negativa del público”.


Los médicos que formaron parte del comité sobre nutrición de la academia, el cual emitió los lineamientos, coinciden en que no hay datos a largo plazo sobre el uso de estatina en niños. Pero dicen que hay datos de seguridad adecuados para justificar las nuevas recomendaciones. Una estatina, el Pravachol, ya ha sido aprobado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en niños de apenas ocho años.


“Extrapolamos en base a la información que tenemos en adultos”, dijo un miembro del comité, el doctor Nicolas Stettler, profesor asistente de epidemiología pediátrica en el Hospital Infantil de Filadelfia. “Sabemos que en adultos reducir el colesterol y dar algunas de esas medicinas reduce el riesgo de ataques cardiacos o muerte. De manera que realmente no hay razón para pensar que sería diferente en niños”.


Algunos recientes estudios de ultrasonido de las arterias carótidas en niños de alto riesgo también muestran que el uso de estatina en niños parece frenar la progresión de la enfermedad cardiaca, dijo Stettler.


Sin duda, la recomendación de la estatina no aplica a la mayoría de los niños. “Entre la vasta mayoría de niños, esto ni siquiera se planteará”, dijo la doctora Daphne Hsu, jefa de cardiología pediátrica del Hospital Infantil en Montefiore en la Ciudad de Nueva York.


Pero señala un enfoque más agresivo para tratar enfermedades cardiovasculares a una edad temprana usando medicamentos que han sido estudiados principalmente para adultos.


Según los lineamientos anteriores, los niños considerados en alto riesgo de enfermedades cardiacas pudieran recibir estatinas a partir de los diez años. Los nuevos lineamientos aplican a niños de apenas ocho años con colesterol LDL, o “malo”, de 190 miligramos por decilitro, o aquellos con LDL de 160 y una historia familiar de enfermedades cardiacas u otros dos factores de riesgo. Entre los niños con diabetes, el tratamiento con la medicina podría empezar cuando el colesterol malo alcance 130.


Además, la academia recomendó que los niños con un historial familiar de enfermedad cardiaca sean examinados desde los dos años y no después de los diez. Y para la edad de 12 meses, si a un médico le preocupan futuros problemas de peso, debe recomendarse leche semidescremada.


Aunque las cifras reales son pequeñas, a algunos expertos les preocupa que los nuevos lineamientos alienten demasiada dependencia en la terapia con medicamentos en vez de los cambios de estilo de vida más difíciles de aplicar.


“Abrirá la puerta a compañías farmacéuticas para que anuncien y promuevan fuertemente su uso en niños de ocho años, cuando no conocemos todavía el efecto a largo plazo de usar estas medicinas en niños prepubertos”, dijo el doctor Alan Greene, pediatra en Danville, California, y fundador del popular sitio Web DrGreene.com.


Algunos expertos en obesidad infantil dijeron que comprendían la necesidad de los nuevos lineamientos, pero añadieron que necesitaba haber más atención enfocada en los cambios de salud pública para abordar la obesidad en la infancia.


“Cuando se tiene un niño cuyo colesterol parece el de un hombre de 65 años con sobrepeso, ¿qué se hace?”, dijo el doctor David Ludwig, director del programa de obesidad infantil del Hospital Infantil en Boston. “El comité tuvo que equilibrar los riesgos de tratar a niños con medicinas poderosas, sobre las cuales hay datos limitados a largo plazo, con los riesgos de no tratar a los niños con factores de riesgo de enfermedad cardiovascular sin precedentes”.


Aun así, Ludwig dice que él tiene algunas reservas sobre lo que dicen los lineamientos sobre la salud pública.
“Mi preocupación es lo que esto está diciendo sobre la sociedad cuando nos apresuramos tanto a prescribir medicinas para esos padecimientos antes de haber atacado sistemáticamente el problema desde la perspectiva de la salud pública”, dijo.


Parte de la inquietud sobre el uso de estatinas en niños se origina en el hecho de que sigue habiendo controversia sobre cuán extendido debería estar su uso en adultos. Se ha demostrado que las estatinas, que son las medicinas más prescritas en el mundo, reducen el riesgo de ataque cardiaco y muerte en hombres de mediana edad con enfermedades cardiacas existentes. Pero hay poca evidencia de que prolonguen la vida en hombres saludables, mujeres o personas mayores de 70 años. Y como las estatinas han existido sólo desde mediados de los años 80, no hay evidencia que demuestre si dar estatinas a un niño reducirá su riesgo de ataque cardiaco en la edad mediana.


Los efectos colaterales, particularmente el dolor muscular y los problemas cognoscitivos, también han sido una preocupación en los adultos, pero es poco claro si los niños experimentarán problemas similares.


“Estamos hablando sobre potencialmente tratar a miles y miles de niños simplemente para posiblemente evitar un ataque cardiaco”, dice Sanghavi, de la Universidad de Massachusetts. “Ese tipo de cálculo de riesgo-beneficio está totalmente ausente de la política de la AAP”.


Aunque la mayor parte de la atención se ha centrado en los lineamientos de la terapia con medicamentos, muchos más padres podrían verse afectados por la recomendación de que los productos lácteos semidescremados son adecuados para darlos a niños después de los 12 meses de edad. Históricamente, la lecha semidescremada ha sido desalentada para niños muy pequeños porque la grasa es esencial para el desarrollo del cerebro. Pero la academia señaló que como los niños están recibiendo tanta grasa de otros productos de sus dietas, la leche semidescremada podría ser recomendada por pediatras si les preocupan futuros problemas de peso.


“Obviamente todos nosotros queremos niños que realmente se preocupen por su salud”, dijo el doctor Marcie Schneider, miembro del comité sobre nutrición que es especialista en medicina de adolescentes en Greenwich, Connecticut. “Queremos que se ejerciten, queremos que coman bien. Siempre se prueban las cosas menos invasivas primero, pero en cierto punto si no están ayudando lo suficiente, se necesita pasar al siguiente nivel”.

 

 

 

 

 


 
 
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