Manda Mario Montero un capataz al Congreso local


Insiste Montero en tomar las riendas del Legislativo


Será el cuestionado Francisco Fierro el encargado de dirigir los trabajos de la Comisión Ejecutiva que analizará la reforma judicial y las adaptaciones a la legislación local


Selene Ríos Andraca

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Mario Montero Serrano, secretario de Gobernación estatal, le impuso al Congreso local un capataz para dirigir los trabajos de la Comisión Ejecutiva que analizará y adaptará la reforma judicial a la legislación de Puebla. Se trata del cuestionado Francisco Fierro Sosa, colaborador de la Secretaría de Gobernación de acuerdo a fuentes de la dependencia.


Fuentes de la Segob aseguraron a Cambio que Fierro Sosa ha colaborado en esa dependencia desde hace unos meses, después de que dejara la Secretaría de Acuerdos de la Comisión para el Acceso a la Información Pública (CAIP).


Aunque el nombre de Fierro Sosa no figura en el directorio de la Secretaría de Gobernación —al menos no en el que aparece en la página de Transparencia—, a decir de las fuentes consultadas, el abogado es muy cercano a Montero Serrano.


Ayer, en un cónclave llevado a cabo en el hotel Holliday Inn del Centro Histórico, Mario Montero propuso a Francisco Fierro Sosa, ex candidato a ombudsman poblano, para encabezar la “Comisión Ejecutiva para la actualización y modernización de la Procuración y Administración de Justicia en el estado”.


El lunes pasado, los representantes de los tres poderes en la entidad —Mario Marín, León Dumit y José Othón Bailleres— firmaron el acuerdo para la creación de dicha comisión, que se encargará de analizar la reforma electoral y realizar los ajustes para la adaptación en las leyes locales.


En ese acto protocolar, Rocío García Olmedo y Luis Alberto Arriaga iniciaron una ofensiva, ordenada por el propio secretario de Gobernación, en contra de Bailleres Carriles para vulnerar el cuestionado liderazgo del líder de la Gran Comisión.


Y aunque el lunes pasado hubo un consenso de parte de las bancadas del PAN, Convergencia, Partido del Trabajo, Nueva Alianza y Revolucionario Institucional para abandonar a Bailleres por no tomarlos en cuenta en el convenio firmado, ayer ningún diputado puso objeción al nombramiento de Fierro Sosa.


El nombramiento de Fierro Sosa fue avalado por Bailleres Carriles, del PRI; Eduardo Rivera, del PAN; Carolina O’Farril de Convergencia; Manuel Fernández del PT y Melitón Lozano, del Partido de la Revolución Democrática.

 

El lado oscuro del capataz

 

Cambio publicó el 2 de octubre de 2006 lo siguiente: “A dos años de entrar en vigor la Ley de Transparencia en la entidad, la Comisión para el Acceso a la Información Pública de Puebla (CAIP) ha actuado de manera unilateral al favorecer en la mayoría de las solicitudes a la administración marinista. Según fuentes de la CAIP, los comisionados Roberto Díaz Sanz y Antonio Juárez Acevedo, así como el titular de la Coordinación General de Acuerdos, Francisco Fierro Sosa, negocian con los secretarios de las dependencias para rechazar las peticiones de los ciudadanos y en algunos casos ‘maquillan’ las respuestas.


“Francisco Fierro, titular de la Coordinación General de Acuerdos, entró a la Comisión, gracias a su estrecha relación con el comisionado presidente, y es el intermediario entre la CAIP y las dependencias estatales. En caso de que la Comisión tenga que fallar a favor del solicitante, Fierro Sosa prepara la respuesta y oculta la información requerida. En algunos casos, le presenta a la dependencia argumentos jurídicos para rechazar la información requerida.”

 

La otra reunión con Montero


Después de que los diputados priistas Rocío García Olmedo y Arriaga Lila provocaran la salida de los grupos opositores en el Congreso —a excepción del PAN—, Mario Montero intentó limar asperezas con el líder del Congreso.


Evidenciada Rocío García Olmedo, la más monterista del Legislativo, como una de las principales incitadoras a iniciar la ofensiva en contra de Bailleres Carriles, Montero Serrano decidió lavarse la cara ante el agraviado.


El martes pasado, Montero reunió a la bancada priista en Casa Aguayo y ahí les pidió calma, lealtad y disciplina para actuar.


De acuerdo a las fuentes legislativas consultadas, Montero solamente “calmó las aguas”, pero en ningún momento reclamó la escandalosa salida de García, Arriaga y Mario Méndez.


Y tampoco reiteró el liderazgo de José Bailleres como el líder de la Gran Comisión y coordinador de la bancada del tricolor.
Los únicos diputados que salieron en defensa de Bailleres y lo respaldaron fueron los zavalistas Javier Aquino Limón y Humberto Aguilar Viveros, mismos que no estuvieron en el acto protocolar del lunes pasado.

 

El espaldarazo de los zavalistas dejó en evidencia la pugna al interior del gabinete entre Montero Serrano y Javier López Zavala, secretario de Desarrollo Social.

 


 
 
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