Marín le da las gracias a Villeda


Pericles Olivares será el nuevo procurador


Blanca Laura Villeda soportó los enfrentamientos con Adolfo Karam Beltrán y el escándalo Lydia Cacho, pero no los ataques de Mario Montero Serrano, quien, desde la Secretaría de Gobernación consumó su salida del gobierno estatal


Edmundo Velázquez

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La guillotina cayó sobre “La jueza de hierro”. Después de tres años de constantes rumores sobre su salida del gabinete, Mario Marín Torres pidió su renuncia, anunciando que su sustituto será Pericles Olivares Flores.


Blanca Laura Villeda soportó los enfrentamientos con Adolfo Karam Beltrán, el escándalo Lydia Cacho y la investigación de la Suprema Corte de Justicia, pero no soportó los ataques de Mario Montero Serrano, quien, desde la Secretearía de Gobernación consumó su salida del gobierno estatal.


Ayer, tras la reunión de seguridad, el gobernador Mario Marín llamó a Blanca Laura Villeda para presentarse ante él. La funcionaria llegó alrededor de las nueve de la mañana, como detallaron los asistentes a la reunión diaria. Entró con el gobernador y estuvo con él por poco tiempo.


El breve encuentro confirmó lo que el periodista Enrique Montero Ponce —y padre del secretario de Gobernación— había comentado en su programa Tribuna Radiofónica durante la mañana. El periodista también lo recalcó con la publicación de su columna “Esquina” en su portal web de noticias, Periódico Digital:


“Empecemos por la Procuraduría de Justicia, donde la competente abogada Blanca Laura Villeda deja un ejemplo de honestidad, digno de imitar por cualquier funcionario, sin importar su nivel.

 

Desgraciadamente doña Blanca Laura fue víctima de enfermedades que la obligan a un retiro para descansar y reponerse. Siendo mujer, supo enfrentar con decisión y valentía actitudes de ciertos funcionarios de su dependencia. Soportó campañas en su contra. Jamás fue un estorbo en el gabinete del gobernador.

 

Al contrario, fue eficaz en su trabajo y permitan que insista: honesta, en una Procuraduría donde la corrupción llega para quedarse… aunque no pudo con Blanca Laura”, cita la columna de Enrique Montero Ponce, quien en su escrito presume que la exclusiva viene “de fuentes de primera mano”.


La procuradora abandonó Casa Aguayo poco después de las nueve de la mañana y a las once compartió escena con el mandatario por última vez en el Foro Regional de Mujeres Emprendedoras, de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).


Ahí se le dio un último homenaje, le fue obsequiada una estatuilla “EVA”, premio a las mujeres “emprendedoras, valiosas y activas”.


La funcionaria tomó el premio y salió con él en las manos mientras se arremolinaron los reporteros detrás de ella. Bajó uno a uno los escalones del templete y fue abordada:


—¿Procuradora son ciertas las versiones que indican que sale del gabinete?
—Sin comentarios, sin comentarios— dijo mientras sonreía y agarraba la estatuilla entre las manos. Común en su estilo, la funcionaria apretó los dientes en su particular estilo de sonreír. Su escolta le abrió el paso por la parte trasera del salón La Luz del Centro de Convenciones William O. Jenkins.


Cuando apretaron el paso y comenzaron a esquivar sillas, la procuradora y su guardaespaldas se encontraron entonces con las cámaras de televisión y con más reporteros que les impidieron el paso. Las preguntas eran las mismas. Los reporteros insistían en preguntar sobre su salida. La funcionaria seguía con la boca sonriente y con un silencio amordazado entre sus labios.


El guardaespaldas abrió una vez más el paso a empujones, casi corriendo, la funcionaria salió por la puerta principal del salón y dobló a mano derecha. Por la puerta de servicio del Centro de Convenciones siguió con paso apurado.


Juan Carlos López Rojas, su jefe de prensa, abrió inmediatamente la puerta rojo óxido y la funcionaria seguía sin hablar. Llegó por ella su secretario particular, quien tuvo que meter conduciendo en sentido contrario por el bulevar Héroes del 5 de Mayo la camioneta Suburban color azul debido a que una manifestación de estudiantes obstruía la circulación.


“La procuradora de hierro” fue impedida para subir por un reportero de televisión. Villeda lo vio a los ojos y aún con la estatuilla en las manos le pidió que la dejara pasar mientras abrían la puerta de la camioneta. El reportero se hizo a un lado. La funcionaria, ya tranquila subió a la Suburban. Y prácticamente salió sin decir nada de su renuncia.


Según fuentes cercanas a otros integrantes del gabinete, la procuradora presentó el documento donde renunciaba a las dos de la tarde.


Será hasta el lunes que la salida sea informada de manera oficial por parte del Gobierno del estado.

 


 
 
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