Ajuste de cuentas, la muerte del ex PFP, Érick Velázquez
Participó en el secuestro y muerte de Teodoro Madariaga en 2006
El ejecutado trabajaba para el Cártel del Golfo, dirigido por Ociel Cárdenas, pero antes de eso ingresó a la academia de la Policía Federal de Caminos y a la Policía Federal Preventiva. Sus nexos con el narcotráfico los tejió en Tamaulipas cuando fungió como elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
Edmundo Velázquez
La camioneta en que fue encontrado el cuerpo de Teodoro Castillo Madariaga, quien murió después de ser levantado por Zetas en Apapantilla el cinco de septiembre del 2006, pertenecía a Érick Joel Velázquez Martínez, quien fue ejecutado el martes 29 de abril.
Debido a esto, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) ya averigua el caso como un posible ajuste de cuentas según comentaron fuentes del ministerio público en la Sierra Norte.
Érick Joel Velázquez Martínez participó en el levantón y muerte del Castillo —a quien se le conecta con la venta de tambores de efedrina—, así como en la balacera con miembros de la Policía Municipal de Xicotepec de Juárez.
El cuerpo de Castillo Madariaga fue abandonado en una camioneta marca Volkswagen, tipo Touareg, modelo 2006, con placas de circulación TUL4690 del Estado de México.
De acuerdo a versiones de los conocidos de Velázquez, se sabía que trabajaba para Ociel Cárdenas, el capo del Cártel del Golfo, pero no siempre tuvo que ver con el crimen organizado.
Velázquez entró a la academia de la Policía Federal de Caminos cuando terminó la preparatoria, se graduó y después formó parte de la Policía Federal Preventiva (PFP) donde estuvo año y medio en San Luis Potosí.
Después promovió su cambio a la Agencia Federal de Investigación (AFI) donde estuvo asignado a Tamaulipas, alrededor de medio año. Fue entonces que dejó de trabajar en puestos de seguridad para ingresar al crimen organizado.
Su cuerpo fue encontrado al interior de un vehículo Cadillac con permiso de circulación del estado de Tamaulipas. El automóvil se encontraba al fondo de un barranco sobre el kilómetro 93+00 de la carretera México-Tuxpan, exactamente a unos pasos de la entrada a la estación Catalina de PEMEX, en el municipio de Huauchinango.
El cuerpo que vestía un chaleco antibalas, pantalón de mezclilla y camisa blanca tipo polo, se encontraba encajuelado. Además fue encontrada una botella de whisky Johnnie Walker.
En total hermetismo se mantuvieron las autoridades federales el martes pasado, y por la noche del mismo día su hermano, Constantino Velázquez, lo reconoció en el anfiteatro del municipio de la Sierra Norte, el cual se mantuvo bajo resguardo de la Policía Judicial y Municipal de Huauchinango.
De acuerdo a informes de la PGJ al cuerpo no se le encontró un balazo, como en primer instancia se informó. La necropsia de ley indicó que Érick Velázquez murió por fuertes golpes de un objeto contundente en la cabeza, probablemente un bat de béisbol.
También se deduce que se le dio muerte en la misma zona en que fue encontrado el cadáver.
La Dirección de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Diedo) incluso arribó al funeral de Érick Velázquez para tomar nota y fotografías de todos los asistentes.
Al respecto, el procurador Rodolfo Igor Archundia Sierra no negó que el hecho tuviera conexiones con otros eventos relacionados con el brazo armado del Cártel del Golfo, pero aseguró que las zonas limítrofes de Puebla “son utilizadas por grupos ajenos al estado para perder pruebas que aporten a la investigación”.
“Así ocultan evidencias, incluyendo los cuerpos, esto para entorpecer la labor de las autoridades. Nos debe preocupar para mejorar nuestros mecanismos de colaboración de estados limítrofes a Puebla”, comentó en rueda de prensa Archundia.
La conexión Velázquez-Castillo
La balacera en que participó Velázquez ocurrió el cinco de septiembre de 2006 cuando un grupo de sicarios armados con rifles de grueso calibre, entre los que él se encontraba, balearon a una patrulla de la Policía Municipal y abandonaron el cuerpo de un hombre que fue identificado por comprar ganado en la zona, Teodoro Castillo.
Los hechos ocurrieron sobre la misma carretera en que fue encontrado el cuerpo de Velázquez, sobre la carretera México-Tuxpan tramo Xicotepec-Huauchinango, a la altura del kilómetro 11-800, paraje conocido como Cruztitla.
Teodoro Castillo Madariaga, de 27 años de edad, se encontraba con el entonces presidente de Apapantilla, Humberto Olarte Romero, cuando los sujetos armados lo condujeron hacía la camioneta Toureg, mientras otro sujeto tomó el vehículo de Castillo Madariaga, para partir rumbo a Xicotepec. Ese sujeto era Érick Velázquez.
Humberto Olarte Romero solicitó el apoyo de la Policía Federal Preventiva, división de Caminos, y una persecución inició desde Villa Ávila Camacho hacia Xicotepec.
Se solicitó además el apoyo de la Policía Municipal, pero cuando se intentó interceptar, él esquivó a la patrulla. Más adelante un motociclista municipal detuvo a la camioneta Silverado conducida por Velásquez, quien se identificó como agente de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
Después Velázquez arrancó sin más explicaciones con el uniformado porque venía detrás de él una patrulla de la Policía Federal de Caminos.
Los policías que siguieron a la camioneta Silverado manifestaron que al ver que se daba a la fuga el conductor de la unidad, lo siguieron, pero al llegar a Dos Caminos, una camioneta Toureg trataba de interceptarlos.
A balazos le dañaron el espejo lateral izquierdo, cerraron el paso, pararon frente a ellos y salieron cuatro sujetos armados con rifles de asalto R-15 y con pistolas 9 milímetros, con los que dispararon varias veces hacia la patrulla. Uno de ellos llevaba una granada y al ver que la patrulla de la PFP se acercaba la arrojó hacia ellos.
Después se dieron a la fuga y dejaron la camioneta Toureg con Teodoro Castillo Madariaga dentro, herido con varios impactos de bala en la cabeza y cuerpo.
Además estaba esposado.
Para la fuga utilizaron una camioneta Chevrolet color rojo, robada a una pareja originaria de Poza Rica, Veracruz.
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