'Era un buen jefe'


Señalan subalternos que mando asesinado sabía transmitir las órdenes


Rolando Herrera e Imelda García / Agencia Reforma

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MÉXICO, DF, 8-May .- Edgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, asesinado ayer en la Ciudad de México, era un jefe respetuoso y que siempre apoyaba a sus subalternos.


Agentes que trabajaron bajo sus órdenes en la Agencia Federal de Investigación (AFI) y ahora en la Policía Federal, coincidieron en que era un mando que sabía transmitir las órdenes y nunca incurría en abusos.


"Yo lo conozco desde que estábamos en la AFI en el área de secuestros, es una persona que nunca deja solo a su personal, te apoya y no era como otros jefes, que actúan con prepotencia, era un buen jefe", indicó un policía federal.


Millán Gómez, dijeron, cuando podía convivía con los agentes, como el sábado pasado, en el que comió con varios de ellos en el comedor de uno de los cuarteles de la corporación.


Cuando ocurrían esas cosas, indicó uno de los policía que estuvo en la mesa, el jefe policíaco prefería hablar de cosas distintas a las del trabajo.


"Era un tipo que cuando no estaba trabajando se le veía alegre, se preocupaba por uno, era un hombre decente", dijo otro policía.


Hijo de un cerrajero, Millán Gómez es oriundo de la colonia Guerrero, estudió derecho en la Universidad de las Américas e inició su carrera profesional en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
En 2001, luego de que el actual Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, se hiciera cargo de la Policía Judicial Federal, a la que sustituyó por la Agencia Federal de Investigación (AFI), ingresó a esta corporación.


Dentro de la AFI se desempeñó como director de Secuestros y en en este encargo le tocó participar en la captura de Andrés Caletri, considerado uno de los principales plagiarios en la historia de ese delito en el País.


También participó en la desarticulación de las bandas de plagiarios denominadas "Los Montante", una de las que más secuestros ha cometido, y de los "Colmenos", quienes plagiaron a Pedro Galindo, a quien le cercenaron varios dedos.
Millán Gómez estuvo presente en la liberación del técnico de fútbol Rubén Omar Romano, quien fue plagiado por una organización delictiva liderada por José Luis Canchola Sánchez.


En noviembre del 2005, Millán Gómez fue designado director de Despliegue Regional de la AFI y se hizo cargo de todas las delegaciones de esa corporación en el País.


Un año antes se había visto involucrado en la averiguación previa que la Procuraduría General de Justicia Estado de México estaba integrando por el asesinato de Enrique Salinas de Gortari, hermano del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.


El jefe policíaco fue implicado porque él, en ausencia del entonces director de Investigación Policial, Luis Cárdenas Palomino, firmó un oficio asegurando a la Interpol, que no tenían conocimiento del paradero de Salinas de Gortari, cuando ya sabían que se encontraba muerto.


En 2007, Millán Gómez renunció a la AFI y se incorporó a la Policía Federal, en donde en marzo de ese año fue designado coordinador de Servicios Judiciales y Ministeriales.


En febrero de este año se hizo cargo de la coordinación de Seguridad Regional, que es la encargada de controlar el despliegue en todo el País de lo que era la Policía de Caminos, y desde marzo de este año se estaba haciendo cargo de los asuntos del Comisionado de la PFP.


Su último trabajo que coordinó, fue el de la detención de nueve presuntos sicarios de Héctor Beltrán Leyva, "El Barbas", capturados la noche del miércoles en Morelos. Tras cumplir con eso, se dirigió a su casa de la colonia Guerrero, donde fue ejecutado.


 
 
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