Los priistas me cerraron las puertas, dice Natale

El nuevo líder del Partido Verde rechaza ser un enviado del Proyecto Z para tomar el control de ese instituto político

Selene Ríos Andraca / Yonadab Cabrera Cruz

Juan Carlos Natale, en vísperas de asumir la dirigencia estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), rechazó ser un enviado del Proyecto Z para trabajar desde su nueva posición a favor de Javier López Zavala. Por el contrario, manifestó que después de un año de pedirle trabajo a diversos secretarios, entre ellos incluido el de Desarrollo Social y después de un año de esperar una vacante, los priistas con un puesto en el estado le cerraron las puertas.

Sin embargo, dijo que Alejandro Armenta Mier es el mejor presidente estatal que ha tenido el PRI, porque lo invitó vía telefónica al Consejo Estatal del Revolucionario Institucional, además de otras atenciones que tuvo con él.

Juan Carlos Natale narró para Cambio la forma en que algunos integrantes del gabinete de Mario Marín le cerraron las puertas, es más, ni el secretario particular de Mario Montero lo recibía, mientras que López Zavala le dijo que ya todos los espacios como direcciones y delegaciones de la Sedeso estaban ocupados.

“Fui paciente, mesurado, tolerante, si alguien considera que un año, un año entero del 12 de noviembre del 2007, al 12 de noviembre del 2008, cuando no vi claro, empecé a buscar a los secretarios, simplemente me decían ven en 15 días, en un mes.”

Después de 12 años de haber militado en el PRI, sin haber recibido apoyo económico, de haber colaborado en diversas campañas electorales para que los priistas ganaran posiciones, Natale decidió abandonar este instituto político para emprender una nueva etapa como político al frente del Verde Ecologista.

En las elecciones del 2005, compitió por la candidatura del PRI por el sexto distrito contra Nancy de la Sierra, pero Mario Montero lo bloqueó al asegurarle que había salido en segundo lugar en las encuestas internas, sin embargo, jamás le mostró los resultados de dicho estudio de opinión.

“Busqué la candidatura a diputado, busqué la de Nancy, cuando Nancy fue diputada yo busqué la misma candidatura, cuando salió arriba de las encuestas internas y me dijeron que yo salí en segundo lugar, y nunca me las enseñaron los del PRI, Mario Montero cuando era presidente, me dijo que no le habían llegado, que luego me las enseñaba, pero nunca me las enseñó y yo las vi, y en esas encuestas salí arriba de Nancy. Yo empecé con un punto y terminé con 28 y Nancy empezó con 10 y acabó con 25. Yo fui institucional, lo acepté.”

En las mismas elecciones y después de haber sido bloqueado, Mario Marín le ofreció la segunda posición de regidor por la capital poblana, es decir, una de las plurinominales, pues si perdía Enrique Doger Guerrero la elección para alcalde, Juan Carlos Natale tendría asegurada la regiduría. Sin embargo, días después Marín le informó que debido a las presiones de las cúpulas priistas por las posiciones, lo mandaría como regidor suplente de Eduardo Cué Morán.

“Cuando busqué ser diputado y Zavala y Montero me dijeron que había quedado en segundo lugar, se acordó entre Doger y Marín que yo fuera regidor, de repente el gobernador personalmente me dijo, siendo candidato cuando ya se habían cerrado los acuerdos me dijo: Natale, las presiones de los sectores, las organizaciones del partido nos sobrepasaron y no pudimos sostener tu regiduría, pero no te preocupes, te vamos a apoyar, el doctor Enrique Doger te va a apoyar y yo también, ayuda al doctor en la capital, te vas de regidor suplente, en la dos, la pluri por si pierde el PRI, aún quedas.”

—¿Pero como dejas el PRI después de 12 años de haber militado aquí, prácticamente desde chavito?

—Sí, me llevó un mes tomar la decisión, un mes con todo sobre la mesa. La verdad es que lo pensé, lo reflexioné, me puse en encrucijada, la verdad fue algo difícil, me dio un poco de melancolía porque me llevo lo mejor de mi partido, la formación como político que soy, me llevo la disciplina, la lealtad, la institucionalidad, la madurez, la prudencia, la tolerancia, la paciencia.

—¿Afecta mucho el hecho de que no hayas pertenecido a algún grupo priista?

—Yo nunca he estado pegado a alguno de los actores políticos del estado, pegado a uno de los principales digamos; gobernador, presidente municipal, secretario, a ellos principalmente, no. Yo siempre he estado pegado al partido, a las campañas, a los actores del partido y a las actividades, al proselitismo, al grupo de jóvenes.

—¿Qué impresión te llevas de Alejandro Armenta?

—Te podría decir que es el mejor presidente que he conocido del Partido Revolucionario Institucional como persona y como activista. Yo lo acompañé porque me invitó a más de tres giras con presidentes municipales y diputados de cada distrito, y eso lo hizo en todo el estado, entré a las reuniones con él, vi como los escucha, como los guía, cómo los evalúa, como los exige. Como persona es el presidente que ha tenido mayores atenciones conmigo en lo personal, ningún presidente en los 12 años de mi carrera partidista, me había llamado por teléfono para invitarme personalmente al Consejo Político Estatal. Me dio mi lugar, me dio respeto, Alejandro sigue siendo mi amigo y será mi amigo.

—¿Y de Mario Montero?

—De Mario Montero qué te puedo decir, es muy institucional, leal, trabajador, dedicado. Como presidente a mí me comentó que había quedado en segundo lugar en las encuestas de aquel proceso electoral. Él me habló de unas encuestas y que esas encuestas decían que yo había quedado en segundo lugar, yo no las vi, si hubieran existido, probablemente en ese estudio hubiera salido en segundo lugar o probablemente y no lo confirmo porque no lo sé, pudieron estar manejadas. Sin embargo, las que yo sí vi, estaba arriba. Pero para mí no es el mejor trabajo, y yo me merecía la candidatura.

—¿Nunca te ofrecieron trabajo en la Sedeso como por ejemplo a Norma Sánchez, a Miguel Ángel Ceballos?

—Yo fui a ver a secretarios a pedirles trabajo; fui a ver a Montero, a Zavala a López Malo. A veces no es cosa de ellos. A Zavala lo conozco desde hace siete años, cuando fui diputado local. Se me hace muy entregado, un buen operador político, se me hace un animal político, un operador político muy fuerte, con mucha fe en su proyecto personal, un político que cree que puede ser gobernador y que sabe que tiene muchas posibilidades de serlo, pero también está conciente de que existen otros actores que no puede descartar y sabe que no a tiene segura, si no, no trabajaría.

—¿Qué te ofreció Zavala?

—Nada. Me dijo que ya no había posiciones, no es cosa de ellos, ya tiene sus directorios llenos, hay colas de personas que quieren ser delegados de la Sedeso, quieren ser directores, y así fue a ver a todos los secretarios, pero algunos ya ni me recibían como Mario Montero, y ya ni su particular me recibía.

—¿No pesó el hecho de que tuvieras más respaldo en el PRI nacional?

—Al senador Manlio Fabio Beltrones, a Marco Antonio Bernal, y digo al senador Manlio Fabio porque fue el primero en darme mi nombramiento nacional como líder, él era mi jefe, porque era dirigente nacional de la CNOP, y yo era el dirigente nacional del Movimiento de la Juventud. Agradezco las oportunidades que me dio el senador Manlio Fabio, el diputado Marco Bernal. Nunca quise pedirles a ellos que intervinieran por mí.

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