Nuevos mercados, están en el olvido

El Ferrocarril y La Merced están casi vacios

Carlos Alcaraz Ramírez

Los mercados El Ferrocarril y La Merced, entregados hace poco más de dos meses por el Ayuntamiento a los comerciantes ambulantes dirigidos por Carmela García y Alicia Cervantes, alias Las Comadres, lucen cada día más vacíos.

En agosto, Cambio recorrió estos inmuebles y constató que más de la mitad de los locales estaban desocupados; actualmente, la proporción es mayor: uno de cada tres están cerrados. En aquel recorrido, Cambio dio cuenta de que los locales dedicados a la venta de piratería eran alrededor de uno de cada diez; hoy, son uno de cada seis.

La semana pasada, los comerciantes instalados en El Ferrocarril y La Merced amenazaron con dejar los inmuebles y regresar a las calles. Sin embargo, el Ayuntamiento ha insistido en que no podrán regresar al Centro Histórico. A cambio, la comuna les ha ofrecido estudios de mercado, capacitación y hasta la condonación del pago para hacerse de los puestos.

En El Ferrocarril, mercado que cuenta con alrededor de 300 puestos, el pasado mes de agosto estaban desocupados 145; hoy, los locales cerrados al público son casi 200. En agosto, eran 30 los locales destinados a la venta de piratería. Actualmente, hay 25. Entre los piratas que dejaron de ofrecer su mercancía se encuentra uno que se dedicaba a quemar programas de computadora, y uno que ofrecía pornografía infantil.

Al respecto, un vendedor de este mercado (ubicado en la calle 18 Poniente) que prefirió el anonimato, aseguró que, tal y como lo publicaron los medios de comunicación la semana pasada, tienen previsto regresar a las calles del centro el próximo 2 de noviembre, debido a las malas ventas que han ocasionado el cierre de comercios.

“Aquí nadie viene, nadie compra. Nos pintaron muy bonito el mercado, nos dijeron que aquí íbamos a vender más, pero nada. La gente no quiere venir. Dicen que les queda lejos. Estábamos mejor en el centro, y si la venta no se compone, vamos a tener que regresar, porque así no podemos mantenernos. Y eso que ahorita todavía no estamos pagando los locales. A mi patrón le dijeron que ya en noviembre le iban a empezar a cobrar”.

Mientras tanto, en La Merced, el panorama también es desalentador. De los alrededor de 100 locales de este inmueble, 50 están desocupados, y los únicos que siguen con altas ventas son los de piratería.

Hace dos semanas, el secretario de Gobernación municipal, Juan de Dios Bravo Jiménez, admitió que los comerciantes tienen escasas ventas, “pero se están buscando mecanismos de apoyo, con la idea de que a estos mercados municipales y de apoyo pueda empezar la gente a ir a hacer sus compras”.

—¿Ha fracasado la reubicación? —se le cuestionó a Bravo Jiménez.

—No, la reubicación era sacarlos del Centro Histórico. El hecho de que vendan o no vendan es cuestión de cada persona, el giro que quiera tener y cómo lo está promocionando. El Ayuntamiento no se podría hacer cargo de cada uno de ellos para decirles qué vender para que tengan buenas ventas.

Por su parte, la alcaldesa aseguró el pasado jueves que “no habrá marcha atrás” en la reubicación, y que los comerciantes que ya se instalaron en La Merced y El Ferrocarril no podrán regresar a las calles.

Además, solicitó la “solidaridad” de los poblanos para que compren los productos que los comerciantes ofrecen en los inmuebles.

Sin embargo, esta solidaridad solicitada por la alcaldesa tiene un grave obstáculo: salvo piratería, fayuca y comida, en estos mercados no hay nada más que comprar. Cuando se inauguraron, el Ayuntamiento pintó enormes letreros en los que anunciaba los productos que podrían encontrar los consumidores, entre ellos artículos de papelería para el regreso a clases. Sin embargo, el día de hoy ninguno de los más de 400 puestos ofrece estas mercancías.

Cabe recordar que, para la apertura de los inmuebles, el Ayuntamiento impartió el curso Formación, desarrollo y modernización del comercio informal, en el que los vendedores fueron instruidos en temas como actitud de venta, comunicación no verbal, aptitudes y habilidades de venta, trabajo en equipo, herramientas administrativas, calidad en el servicio, administración del negocio pequeño, riesgos y costos, nuevas opciones de negocios, aspectos financieros, cultura financiera, gastos y precios de venta, aspectos de calidad y dinámica, y se les recalcó la importancia de la familia en la cadena de la producción, en negocios y empresas, en cadenas integradas y en servicios complementarios.

Y aunque la postura de la comuna parece firme en no permitir que regresen al Centro Histórico, la realidad es que para los comerciantes no ha sido en absoluto redituable el cambio de ubicación.

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