Devela UAP placa por el 2 de octubre


Señala Agüera que el movimiento del 68 es un parte aguas de la vida democrática


Edita la Universidad el libro titulado “El 68 en Puebla, Memoria y Encuentros”, que refleja el espíritu que nos enseñó este movimiento


Olivia López Pescador

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Tras develar una placa conmemorativa al 2 de octubre en el edificio Carolino, el rector de la Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez, señaló que el movimiento del  68 es un parte aguas de la vida democrática, por lo que remarcó que quienes actualmente tienen el poder en distintos espacios le deben mucho a este movimiento.


Acompañado de universitarios que en esa época eran estudiantes y profesores, recordó que esta fecha es uno de los acontecimientos más importantes de México, ya que a 40 años de distancia sigue calando hondo entre la sociedad, principalmente entre los universitarios.


En la placa que está colocada en la pared del vestíbulo del Edificio Carolino para conmemorar estos hechos y a las personas que fallecieron durante el movimiento estudiantil, se puede leer: “En el XL Aniversario del Movimiento Democrático Universitario de más trascendencia en la Historia Contemporánea de México, 2 de Octubre de 1968-2 de Octubre de 2008”.


Agüera destacó que el conmemorar esta fecha tan importante para los universitarios nos traslada al pasado, “pero nos pone en el presente la circunstancia de revisar qué estamos haciendo por aquello que se lucho en el 68”.


A pregunta expresa de si México ha cambiado o sigue igual a partir del movimiento del 68, recordó que escribió en su libro sobre la reforma electoral que este movimiento estudiantil tiene varias connotaciones e implicaciones en la vida nacional. La más destacada, dijo, es precisamente “que nos enseña a luchar contra el autoritarismo y que es factible generar condiciones y reglas distintas para la democracia y la pluralidad”.


El movimiento del 68 fue el parte aguas de la construcción de una vida democrática “más plena en el país. Después del 68 se empieza a generar un conjunto de reformas, incluso electorales”, apuntó.


Durante su discurso comentó que hace un mes se determinó recordar este día con una serie de eventos y con la colocación de una placa, y se decidió editar el libro titulado El 68 en Puebla, memoria y encuentros, “que refleja el espíritu que nos enseñó este movimiento, que siempre ha reinado en la UAP y que marca el alma plural de la institución, en donde los universitarios piensan distinto”.


Manuel de Santiago Hernández, director de la Biblioteca José María Lafragua, destacó lo siguiente: “el 2 de octubre no se olvida, porque la herida no estará cerrada mientras los responsables no sean castigados; no se olvida porque debe ser el recordatorio de un crimen que se espera no vuelva a suceder”.


Señaló que a veces quedarse callado equivale a mentir, y citando a Miguel de Unamuno, “el silencio puede ser interpretado como consentimiento”. Recordó que cuando se enteraron de la noticia, lloraron su impotencia por ser los corderos del sacrificio autoritario y olímpico.


Posteriormente, al presentarse el libro El 68 en Puebla, memoria y encuentros, escrito por varios académicos e investigadores, el rector de la UAP recordó que este movimiento se convirtió en un ícono emblemático para todos los universitarios.


Antes de citar algunos fragmentos del texto, señaló que la presente obra pretende analizar el movimiento estudiantil universitario en la perspectiva del estado y de la UAP. “Jaime Ornelas menciona que el 68 ocurrió en muchas partes del mundo, aunque en nuestro país se reivindica como parte de la historia de las luchas sociales que los diversos sectores de la población han emprendido en la busca de un país distinto, justo y democrático”.


Reveló que Gloria Tirado Villegas escribe en este libro que el movimiento del 68 es un cisma cultural porque permitió concienciar a los jóvenes sobre la pobreza, la injusticia, la intolerancia y los derechos humanos.


“Desnudó un sistema político autoritario y lo anquilosado de las instituciones de educación superior, es decir, se volvió la conciencia del pueblo”, destacó.


En el presente libro también participan los académicos e investigadores Ana María Huerta, Jorge Chávez Palma, Humberto Sotelo, Daniel Juárez López y Patricia Gutiérrez, entre otros.


Por su parte, Arturo Martínez Nateras, investigador del Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la UNAM, señaló que no tenemos derecho a olvidar este movimiento, ya que éste se suscitó en México, en Puebla, Nuevo León y otros sitios. Al recordar los nombres de Enrique Cabrera Barroso, Joel Arriaga o Luis Rivera Terrazas, destacó la importancia de que los jóvenes sigan siendo revolucionarios, innovadores, que rechacen la injusticia y aprendan a pensar libremente, sin ser indiferentes.

 

 

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