Juzgado de Romero alberga a un aviador

Se trata de Alejandro Atún Nekuzi

Trabaja como proyectista de sentencias pero es licenciado en Relaciones Industriales, está inscrito en la nómina como Auxiliar Administrativo, sin número de registro, pero gana 20 mil pesos mensuales

Edmundo Velázquez

Apoyado por el magistrado Álvaro David López Rubí, Alejandro Hatuni Nekuzi, proyectista de sentencias del juez Enrique Romero Razo, se mantiene laborando como aviador en el juzgado noveno de lo civil.

Según documentos en poder de Cambio, Hatuni aparece en la plantilla del personal del juzgado sin número de expediente. Sin embargo el documento sí detalla que Hatuni cobra un salario de 20 mil pesos, a pesar de se le estipula un cargo de “auxiliar administrativo”.

De acuerdo a comentarios de otros trabajadores del Noveno Civil, Hatuni ni siquiera cumple con el requisito de ser abogado, como generalmente se requiere en un cargo de este tipo. Hatuni, informan sus compañeros, es licenciado en relaciones industriales, título con el que egresó de la Universidad Iberoamericana Campus Puebla, pero por las recomendaciones de López Rubí se mantiene como proyectista.

A la redacción de Cambio llegaron los documentos que comprueban salario y puesto de Hatuni, así como la carencia del expediente con el que cualquier trabajador regular del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) debería contar.

Cabe recordar que Hatuni ya laboraba en el juzgado desde que Idalia Arciniega se desempeñaba como antigua juez noveno de lo civil, pero tras los cambios realizados el 8 de mayo por el presidente del Tribunal, León Dumit Espinal, la togada fue enviada a Cholula, donde se le encargó el juzgado penal.

A cambio, Enrique Romero Razo, entonces juez penal de Cholula, fue mandado al lugar de Idalia Arciniega, encontrándose con que debía mantener en el puesto, según fuentes confidenciales de Cambio, a Hatuni.

En ese sentido, tanto Hatuni como Romero Razo cuentan con el apoyo de Álvaro David López Rubí, por lo que se han mantenido trabajando con cierta distancia, lo que ha provocado una serie de constantes quejas que el juez tiene del desempeño de su proyectista.

También es de destacar el hecho de que el magistrado revisor del Primer Circuito (al que pertenece el juzgado noveno de lo civil), Juan José Barrientos Granda, ha guardado silencio ominoso sobre las irregularidades de la plaza de Hatuni.

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