El entambado no viene del crimen organizado

Admitió Pérez Dorantes

El subprocurador indicó que el hombre se mantiene sin ser identificado, y que fue herido “con muy poca precisión” usando un picahielo

Edmundo Velázquez

“Quien dio muerte al entambado de Santa Bárbara solamente “imitó prácticas adjudicadas al crimen organizado”, aseguró Víctor Pérez Dorantes, el subprocurador de Averiguaciones Previas y Control de Procesos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).

El subprocurador indicó que el hombre se mantiene sin ser identificado y que fue herido “con muy poca precisión” con un picahielo en, al menos, siete lesiones que después le provocaron la muerte, para finalmente ser abandonado, en el parque de la popular colonia del Oriente de la ciudad, dentro del contendedor de 200 litros, amordazado, embolsado y tapado con dos cobertores.

“Pudieran imitarse prácticas, como el hecho de amordazar a una persona después de muerta y dejarla abandonada. Pero la delincuencia organizada opera de otra manera”, comentó Pérez Dorantes, por lo que descartó, igual que el procurador Rodolfo Igor Archundia Sierra, cualquier conexión de los hechos con el crimen organizado.

La necropsia, agregada en la averiguación previa número 3/2008 de la agencia especializada en homicidios, según mencionó Pérez Dorantes, confirmó las heridas punzo cortantes encontradas a los costados de su cuerpo entre la cintura y el pecho.

“Al momento de la revisión médica, el resultado de la necropsia se desprende que presentó siete heridas punzo cortantes que fueron la causa de la muerte. El perfil de la causa de muerte, en base a experiencia criminalística y de investigación a que se trate de hechos personales. Hasta el momento esta persona se encuentra en calidad de desconocida y se ha pedido a través de los medios de comunicación que si alguien tiene conocimiento de esta persona, lo informe”, comentó Pérez Dorantes.

El cuerpo no presentó signos de tortura, ni disparos de arma de fuego pero, como informó CAMBIO ayer, fue encontrado amarrado de cabeza, pies y manos, amortajado en la cara igualmente con cinta canela.

El hombre fue descrito por su media filiación como de tez morena clara, un metro y 74 centímetros de altura, complexión media, cabello negro, cara oval, frente mediana. No presenta tatuajes. De 35 a 40 años de edad y de un estrato social bajo por su forma de vestir.

No llevaba playera, usaba pantalón de mezclilla, boxer estampado en colores azul marino y verde. En el pie derecho tenía un calcetín negro, mientras que en el pie izquierdo usaba un tín negro.

“Por las características; un pie tiene un calcetín y en otro pie tiene un tín, quiere decir que es una persona que no viste como el común denominador, lo que nos habla de una persona de estrato social humilde o una persona que no tiene oficio o trabajo fijo”, detalló el subprocurador.

En la muñeca derecha una pulsera de tela de color rojo con azul con la leyenda “Barcelona”, en obvia alusión al equipo de fútbol español. En la muñeca izquierda una pulsera de tela en color ocre y azul marino, en la que se puede leer: “Dios es mi proveedor”.

Las cobijas en las que fue envuelto son comunes y corrientes. “No presentan características que nos conduzca a alguna clase social. Solamente son cobijas que están desgastadas”, mencionó Pérez Dorantes.

“Un caso único”
El hecho fue calificado por el subprocurador como “un caso único” en Puebla debido a que nunca había ocurrido algo parecido en el estado. “Es el primer homicidio de esta naturaleza. Es único”, mencionó.

El cuerpo del entambado de Santa Bárbara aún se encuentra en el Servicio Médico Forense y pasarán 72 horas, desde su ingreso, para que sea enviado a la fosa común.

Las investigaciones aún no tienen una línea de investigación certera, según admitió Pérez Dorantes, ya que se depende de su identificación.

Por lo pronto el diablito en el que se transportó el tonel, el propio contenedor y la escena, ubicada en una área de fábricas, serán también elementales para más líneas de investigación. El subprocurador mencionó que, es probable que el crimen se haya cometido en la zona puesto que se pudo haber tomado el tonel de alguna bodega ubicada en Santa Bárbara.

De la escena del crimen y de los elementos embalados por los criminólogos y médicos forenses, podrá definirse en breve cuántas personas participaron o en qué posición se encontraba el victimario. También se esperan análisis de alcoholemia y drogas en el cuerpo para conocer si existe alguna sustancia tóxica en su sangre.

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