Es increíble cómo se pasa el tiempo, y ahora nos damos cuenta de que la Semana Santa 2014 se fue y aunque las vacaciones escolares aún no terminan, la mayoría de nosotros nos encontramos listos para regresar a nuestras diversas obligaciones laborales.

Hoy comentaremos acerca de los raros cambios que se empiezan a dar en los diferentes municipios de nuestra entidad, pero sobre todo, de los conurbados y de nuestra Puebla Capital en lo que se refiere a la Seguridad Pública.

Todo un suceso resulto la renuncia del Dr. Manuel Mondragón y Kalb, quien hasta este martes, sería el Comisionado Nacional de Seguridad en nuestro país, y como todo evento de éste tipo, simple y sencillamente polariza las opiniones con  renuncias de éste nivel, todas las declaraciones al respecto se van a todo tipo de exageraciones y suposiciones,  la primer renuncia, diría yo, de éste nivel en la administración del Presidente Enrique Peña Nieto.

“ Y el Oscar a la Mejor Falsedad es para…” buena forma para iniciar mi colaboración de ésta semana y es que es increíble lo que sigue pasando en nuestra Puebla, por un lado, la cómica controversia de los diputados donde Pablo Montiel Solana, primero critica al diputado Giorgana acerca de la compra de unos Iphones para regalárselos a los Diputados de la presente legislatura (con dinero de nuestros impuestos por supuesto) y sale rasgándose las vestiduras hablando de lo injusto para el pueblo es, que los diputados reciban ese aparato que bien se pueden comprar con sus propios recursos.

Vale la pena no sólo hacer crítica, pero no destructiva, sino que esta sea aportante, productiva y en beneficio a la comunidad, y sobre todo apegada a la realidad.

     “Repítete  una mentira diez veces y hasta tu creerás que es verdad”, y es el  caso de las aseveraciones que el Edil de Puebla Capital y sus compinches encargados de la seguridad han hecho en lugar de verdaderamente trabajar por la comuna.

Pues ya, estamos en la recta final de la actual administración, los integrantes y dirigentes de ésta, no dejan, como “Pinocho” de mentir de manera compulsiva, al menos “Pinocho” al final del cuento, dejo esa mala costumbre y se volvió niño de carne y hueso por decir la verdad, pero de los otros ni cómo ayudarlos.

Primero que ningún comentario, quiero agradecer a todos nuestros lectores su paciencia y atención a todo el año anterior en que escribimos, avocándonospor supuesto, al tema que nos llena y nos apasiona “La Seguridad Pública” en todas sus facetas y a todos los niveles y sobre todo la Seguridad Pública en mi Ciudad Capital, en mi estado de Puebla y en mi México, en donde día a día los integrantes de la seguridad, y quienes se entregan a la protección y servicio de la ciudadanía, se esfuerzan por hacer cada vez mejor su trabajo, por profesionalizarse segundo a segundo, momento a momento de cada día, de todas las semanas, de cada mes, de todos los años, ellos, son “los policías”, quienes dan todos por su comunidad aún a costa de algunos ignorantes que tratan de que se vean mal preponderando sus intereses personales.