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Los 75 años del PAN en Puebla




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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CON UN ACTO EFECTUADO EN EL CENTRO EXPOSITOR, en la zona de los Fuertes, los panistas, encabezados por el gobernador Rafael Moreno Valle, festejaron los 75 años de vida del Partido Acción Nacional.

Hubo tres oradores en el acto: el presidente municipal de Cuetzalan, Óscar Paula Cruz, coordinador de los 73 alcaldes poblanos surgidos del PAN; el gobernador Moreno Valle y el dirigente estatal del partido, Rafael Micalco Méndez.

 

 

El jefe del Ejecutivo estatal hizo un llamado a la unidad de los panistas y les pidió promover los resultados de los gobiernos surgidos de su partido para ganar las elecciones del 2015. Dijo que fue un error no hablar de esos logros al finalizar los gobiernos federales surgidos de Acción Nacional.

 

 

Por su parte el dirigente estatal panista, Micalco Méndez, señaló como urgente que el Poder Legislativo reoriente el rumbo económico del país.

 

 

El acto fue presidido, además del gobernador Moreno Valle y de su esposa, doña Erika Alonso, por el presidente estatal Rafael Micalco; por el alcalde de Cuetzalan, Óscar Paula Cruz; por la diputada federal Blanca Jiménez, quien trajo la representación del dirigente nacional panista Gustavo Madero, y por otros miembros del partido blanquiazul.

 

 

No asistieron los del grupo considerado como el Yunque: Ana Teresa Aranda, Eduardo Rivera, Juan Carlos Espina, Francisco Fraile y otros. El dirigente Micalco se congratuló de encontrarse con militantes que no había visto “desde hace tiempo”, dijo.

 

 

SIEMBRE HEMOS DICHO QUE EL PAN Y EL PRI son los dos partidos políticos históricos de México. Considerados como herederos de las corrientes liberal y conservadora en este país, iniciaron su lucha por el poder a raíz de la Independencia Nacional. En la Guerra de Reforma el liberalismo derrotó al conservadurismo, sin que esa corriente desapareciera.

 

 

El partido Acción Nacional surgió como tal hace 75 años, fundado por Manuel Gómez Morín, ex rector de la UNAM, ex secretario de Hacienda de Álvaro Obregón y creador del Banco de México, aliado con un grupo de brillantes abogados católicos encabezados por Efraín González Luna, que fue su primer candidato presidencial en los años cincuenta.

 

 

Durante mucho tiempo el PAN fue un opositor de los gobiernos llamados revolucionarios. Su surgimiento fue en tiempos de Lázaro Cárdenas, a quien se acusaba de llevar a México al comunismo.

 

 

Nunca el PAN fue un partido de masas, sino de grupos selectos, surgidos en su mayoría de escuelas confesionales y de grupos religiosos. Su crecimiento por tanto, era muy limitado.

 

 

Fue en el gobierno de José López Portillo, y a raíz de la nacionalización de la banca, cuando los grupos empresariales adheridos al PRI rompieron con este partido y decidieron formar el suyo propio, afín a sus intereses. Conformaron dos agrupaciones políticas, el DHIAC y ACIFEM que según sus planes, estaban destinadas a conformar el nuevo partido empresarial. Su objetivo, según declararon en el acto de lanzamiento, en la entidad, del DHIAC, efectuado en el cine Puebla de esta capital, era llegar a tener un gobierno dividido rígidamente en una clase empresarial gobernante, una clase media de profesionales —que mucho tenían que aportar “para la salvación de México”— y una clase proletaria que sería manejada por la clase media. Así de fácil.

 

 

No se pudo concretar el nuevo partido, pues el PRI lo impediría a toda cosa. Entonces decidieron apropiarse del PAN y lo lograron con gran facilidad.

 

 

En esa etapa, su primer candidato a la presidencia de la República fue el mediano empresario Manuel J. Clouthier, llamado “Maquío”, de Sinaloa y durante su campaña los nuevos panistas expulsaron, por la buena y por la mala, a los viejos militantes llamados “doctrinarios” porque defendían los principios heredados de los tiempos de Gómez Morín.

 

 

La Coparmex, de la que había sido presidente Clouthier, se hizo cargo hasta del nombramiento del candidato a la presidencia municipal de Puebla, Gabriel Hinojosa, cuyo padre fue destacado panista en Puebla, originario él de Michoacán, pero su hijo nunca había tenido ninguna militancia política.

 

 

EL PAN, DE SU ÉPOCA HERÓICA, cuandoperdía todas las elecciones y seguía con su “brega de eternidad” heredada por Gómez Morín, era ya otro PAN. Con los doctrinarios fuera de sus filas, orillados a crear una nueva agrupación política ya desaparecida, y ganando posiciones en importantes ayuntamientos, así como diputados en legislaturas locales y en la federal, se fue haciendo más fuerte y fueron los tecnócratas priistas, encabezados por Carlos Salinas de Gortari, quienes los llevaron al poder federal, pues al aplicar el sistema económico neoliberal, empobrecedor de las mayorías y concentrador de la riqueza en grupos minoritarios, provocó rebeldía en las mismas filas del PRI que después del gobierno de Ernesto Zedillo, se vio obligado a entregar el poder federal al PAN para continuar con el neoliberalismo económico, pues ese partido era afín a él y además los tecnócratas tenían el compromiso con los Estados Unidos de abandonar el proyecto social de la Revolución mexicana.

 

 

Así llegó al poder el PAN, con Vicente Fox como presidente de la República.

 

 

El triunfo de Fox fue real. Ofreció el cambio de modelo económico, algo que no iba a cumplir y gobernó al país sin proyecto, sin estrategia, dejando que su esposa tomara decisiones de gobierno.

 

 

En la primera elección intermedia el PAN perdió cincuenta curules en el Congreso federal y en la elección para presidente de la República, Felipe Calderón obtuvo el triunfo más apretado de la historia, con menos del uno por ciento y eso porque recibió la ayuda de Elba Esther Gordillo, la poderosa y eternizada dirigente del magisterio nacional que auxilió a su amigo Vicente Fox.

 

 

Se pensó que con Calderón Hinojosa, panista de prosapia, las cosas irían mejor, pero no fue así. Tampoco intentó cambiar al modelo neoliberal, que es la causa del descontento popular. Al contrario, lo ahondó, pero cometió un terrible error al iniciar, sin estrategia y sin elementos capacitados para una empresa de esa magnitud, una llamada “guerra al crimen organizado” que ha costado la vida a más de 100 mil jóvenes mexicanos de ambos lados (mafias y fuerzas del orden).

 

 

Desde Vicente Fox el crecimiento del país sufrió una terrible baja, que continúa hasta la fecha. Y es que por el Tratado de Libre Comercio estamos atados a los Estados Unidos, con quienes tenemos el 80 por ciento de nuestro comercio exterior y como a los vecinos les dio catarro, a nosotros nos dio pulmonía.

 

 

EN PUEBLA, ACCIÓN NACIONAL FUE UN OPOSITOR CÓMODO al PRI, pero en 1973 obtuvo sus primeras victorias importantes al ganar a líderes obreros como Juan Hernández Cardel, de la CTM y Constantino Sánchez (padre) de la FROC, las dos diputaciones federales de la capital del estado, por mayoría aplastante.

 

 

Fueron dos jóvenes universitarios, candidatos de Acción Nacional, Miguel Fernández del Campo y Alejandro Cañedo, contadores públicos ambos recién egresados de la UAP, los que se llevaron el honor de ser los primeros panistas en llegar al Congreso federal, por votación mayoritaria.

 

 

Después vino el triunfo del PAN para la presidencia municipal de Tehuacán con Héctor Lezama como candidato, joven también, y luego otros triunfos más o menos importantes.

 

 

Fueron diputados federales plurinominales, entonces llamados “de partido”, el licenciado Miguel López Pacheco y don Teodoro Ortega, panistas de mucho tiempo.

 

 

Pero el PAN sólo crecía en época de elecciones, por circunstancias especiales: cuando no gustaba el candidato del PRI, cuando los priistas se enojaban con su partido, en fin….

 

 

Los nuevos panistas eran muy urbanos, llegaban hasta donde terminaba el pavimento.

 

 

LA GUBERNATURA DE PUEBLA, GANADA por el PAN en el 2010, no hubiera sido posible si no llega como candidato de ese partido un ex priista, que había recorrido ya importantes posiciones como secretario de Finanzas del estado, diputado local, diputado federal y senador de la República. Siendo diputado local salió del PRI para arribar a la diputación federal y de ahí ya no paró hasta llegar a la gubernatura.

 

 

Su triunfo no fue por ser panista, sino por haber sido priista. Eso le permitió conocer al estado, a su gente, rodearse de políticos con oficio que ya como candidato a la gubernatura lo apoyaron totalmente y el haber logrado una coalición de partidos, en la que incluso estuvo el PRD, de la izquierda que irrumpió en la vida nacional a principios de este siglo y que en las elecciones federales pasadas se colocó como la segunda fuerza política del país.

 

 

No es por desanimar a los panistas pero la realidad es la realidad. El PAN, pese a tener el Poder Ejecutivo del estado, la mayoría en el Poder Legislativo y a gobernar a 73 municipios de la entidad, entre los que están los más importantes, exceptuando a Tehuacán que ahora lo ganó el PRI, no es un partido fuerte como tal. Sigue siendo el partido sin estructura, sin organización, con una militancia tan desentendida que el presidente estatal panista tuvo que alegrarse de ver a muchos militantes “que no había visto desde hace tiempo” en el acto de aniversario.

 

 

Y tan falto de unidad que muchos de sus viejos militantes no asistieron a la ceremonia conmemorativa de los 75 años del partido blanquiazul.

 

 

El que ganó la gubernatura de Puebla es Rafael Moreno Valle, no el PAN. En todo caso, fue una alianza partidista propuesta y realizada por Rafael Moreno Valle. Ni más, ni menos.

 

 

 

 

 

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