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La dividida izquierda




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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Según opinaron politólogos de la UNAM y de la UAM, la izquierda en México no tiene posibilidad alguna de llegar a la Presidencia de la República, por sus serias divisiones y conflictos internos.

 

Es más, opinaron que el surgimiento de Morena como partido político, constituye un serio revés, se reconozca o no, al Partido de la Revolución Democrática, considerado como el partido más importante de esa corriente política.

 

 

La elección del nuevo dirigente nacional abrirá más la brecha que separa a las corrientes o tribus perredistas.

 

 

Es un hecho que sólo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano podría, como dirigente nacional, aminorar el golpe que le asestaría Morena. Son muchos los perredistas que abandonarán al partido del Sol Azteca, para engrosar las del partido de López Obrador.

 

 

Por otra parte, el ex regente Marcelo Ebrard, también aspirante a la dirigencia nacional del PRD, puede aliarse con los partidos del Trabajo y Movimiento Ciudadano para enfrentar a Andrés Manuel López Obrador como candidato a la Presidencia de la República.

 

 

Lo que sí es cierto, es que Ebrard no llegará a dirigir al PRD. “Los Chuchos”, la corriente o tribu perredista más poderosa, no lo apoyan y si bien es cierto que la corriente chuchista ha perdido mucho de su prestigio dentro del PRD, todavía tiene la suficiente fuerza para impedir el arribo del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.

 

 

Lo de Cárdenas Solórzano para la presidencia del Partido de la Revolución Democrática es un hecho. Falta que él acepte abiertamente, aunque prácticamente ya ha dado su consentimiento, sólo exige la unidad de los grupos y seguramente se logrará, pues por todos es visto como el único que puede salvar al partido de la izquierda del derrumbe total.

 

 

Seis aspirantes a dirigir el PAN nacional

 

 

Si en el PRD las cosas andan mal, en el PAN están peor. Hay seis aspirantes a dirigir ese partido: el actual dirigente que busca la reelección, Gustavo Madero; el ex secretario de Hacienda y hoy senador, Ernesto Cordero; el ex gobernador de Guanajuato, Manuel Oliva y la ex candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, a la lista se ha agregado un abogado de nombre Mario Flores González.

 

 

Por primera vez, el partido de la derecha hará una elección de dirigente con la participación de toda su militancia, que podrá votar libremente el día de la elección.

 

 

Antes de esto, el PAN desde su fundación tenía dirigentes electos por un grupo de 300 notables, que eran los que decidían quién presidiría al partido.

 

 

Los panistas no acostumbrados a la democracia se están pegando hasta con la cubeta.

 

 

El ex presidente Felipe Calderón tiene metidas las manos en este proceso a través de Ernesto Cordero y del senador poblano Javier Lozano Alarcón. Su meta es impedir que Gustavo Madero logre la reelección.

 

 

Cómo estarán las cosas que se han aliado Cordero y Oliva, además han buscado el apoyo de Vázquez Mota para lograrlo.

 

 

La señora Vázquez Mota, usted la recuerda, fue la candidata panista más combatida dentro del PAN, precisamente por Cordero y su grupo, ahora se pretende que se una a él para derrotar a Madero.

 

 

El equipo que tuvo Cordero en la campaña interna por la candidatura panista a la Presidencia combatió con demasiada dureza a Josefina y ahora la buscan de aliada, como si ella pudiera aportar muchos votos para la elección del dirigente nacional.

 

 

Pero Cordero ha perdido a lo más valioso de su equipo, quienes se han adherido a Madero, que según dicen, también tiene tratos con Josefina.

 

 

Lo cierto es que Madero es el favorito de la mayoría de los militantes del PAN, entre ellos varios gobernadores panistas, como Rafael Moreno Valle, que en eso de ganar elecciones se las pinta solo. Ganó la senaduría por Puebla, ganó la gubernatura, ganó las elecciones locales del año pasado asestando al PRI la derrota más contundente de su historia y, seguramente contribuirá decisivamente al triunfo de Madero.

 

 

Enrique Doger y Javier López Zavala, se unen

 

 

Y mientras a nivel nacional los perredistas y los panistas se dividen, en el PRI local, los priistas se unen.

 

 

Dos líderes poblanos como Enrique Doger Guerrero y Javier López Zavala, distanciados durante algún tiempo por cuestiones políticas precisamente, ya fumaron la pipa de la paz, anteponiendo los intereses de su partido a los personales.

 

 

De los pocos políticos que realmente tienen gente que los sigue, nadie podrá negar que Doger Guerrero y López Zavala, son unos de ellos.

 

 

Desayunaron para platicar y llegaron a acuerdos: el PRI de Puebla requiere de una nueva dirigencia estatal, que se dedique de tiempo completo al partido. El Revolucionario Institucional necesita ser reconstruido y para eso debe buscarse a una persona con carrera partidista y con tiempo total para atender las necesidades que la reestructuración de dicho organismo político requiere.

 

 

Doger y Zavala ponen el ejemplo a otros líderes priistas. Si no se unen todos para reorganizar y fortalecer a su partido, el futuro del PRI en Puebla será incierto.

 

 

 

 

 

 

 

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