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La alianza RMV-Madero, un camino que avanza hasta 2018




Escrito por  Arturo Rueda
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Ya desde el Tercer Informe de Gobierno se vio la nueva alineación de factores. El senador Ernesto Cordero no se paró por Puebla, como tampoco lo hizo el propio Oliva, ya ni se diga Josefina Vázquez Mota. En cambio, sí estuvo la plana mayor de Madero, así como los operadores Jorge Manzanera y Patricia Flores

Metido en el sobaco del arzobispo ortodoxo Antonio Chedraui, Luis Maldonado Venegas consiguió que el gobernador Rafael Moreno Valle fuera invitado al festejo cumpleañero que cada año se convierte en el epicentro de la clase política nacional. El mandatario estatal, sin embargo, despreció la invitación al fraccionamiento Bosque Real: no se apareció para comer el famoso jabalí. Otras ocupaciones requirieron su agenda: a la misma hora, arrancó lo que pretendía ser un cónclave secreto para ratificar la alianza que mantiene con Gustavo Madero para que éste se mantenga como dirigente nacional del PAN. Intermediado por Jorge Manzanera y sus operadores en todo el país, sellaron el pacto que arrancó en el hotel Crown Plaza del DF, pero que su orilla se encuentra en la elección presidencial de 2018.

 

 

El PAN poblano, pues, tiene candidato en la contienda interna que cada vez se vislumbra más salvaje. A la espera de conocer la determinación de Josefina Vázquez Mota, el ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, y el senador Ernesto Cordero están en la ruta de derrumbar a Madero. Por supuesto, se trata de personeros de grupos con mayor poder e influencia. En el primer caso, Oliva es la representación visible de esa cuasi entelequia llamada Yunque, facción totalmente descobijada del presupuesto federal y que medio vive de lo que deja el estado de Guanajuato.

 

 

El senador Cordero representa los intereses de su ex patrón Felipe Calderón, quien quiso hacerlo su “delfín” presidencial y no pudo. Ahora, van por el CEN panista como espacio de recuperación de espacios, recursos económicos y proyección rumbo a la batalla presidencial de 2018. El equipo que gobernó hasta el 2012, sin embargo, ha perdido cohesión, ya que operadores como Jorge Manzanera y Patricia Flores han emigrado en busca de presupuestos mejores, como el que se ofrece desde Puebla.

 

 

Moreno Valle va con Madero por descarte, no por preferencia absoluta. El aún presidente del CEN en vías de reelegirse no tiene candidato visible al 2018, mientras que Oliva y Cordero, por ser simples personeros de intereses más poderosos, sí lo tienen. El Yunque es una fuerza autónoma que en 2018 podrá presentar al propio Oliva, al gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, e incluso apostar nuevamente por Josefina Vázquez Mota. En el caso de Cordero, el grupo calderonista busca impulsar a Margarita Zavala, la esposa de Felipe Calderón. Pero Madero no tiene quién: por ello, al firmar la alianza con Moreno Valle, se encontraron el hambre con las ganas de comer.

 

 

Moreno Valle eligió reunirse con Gustavo Madero, Jorge Manzanera y sus operadores nacionales en la víspera del Consejo Nacional, en el que se emitieron las reglas del proceso interno, así como la conformación del IFE panista que se encargará de poner orden a una contienda que ya luce desordenada. Los operadores eligieron la cuasi clandestinidad del hotel Crown Plaza, pero una fotografía fue filtrada convenientemente. Las sonrisas y los pulgares indican que, apoyado por Puebla, Gustavo Madero tiene todo para arrasar.

 

 

Ya desde el Tercer Informe de Gobierno se vio la nueva alineación de factores. El senador Ernesto Cordero no se paró por Puebla, como tampoco lo hizo el propio Oliva, ya ni se diga Josefina Vázquez Mota. En cambio, sí estuvo la plana mayor de Madero, así como los operadores Jorge Manzanera y Patricia Flores.

 

 

En la batalla por la dirigencia nacional del PAN, el gobernador poblano se va a encontrar a dos viejos conocidos. El senador Javier Lozano Alarcón tendrá que dividir sus lealtades: por una parte es el primer palafrenero de Ernesto Cordero, pero por la otra es un subordinado de Moreno Valle. El otro conocido es su ex amigo y cuñado Fernando Manzanilla, quien, pese a los desvelos de la enfermedad de su esposa, tiene tiempo para participar activamente en el equipo de Juan Manuel Oliva, pues desde varias partes del país se ha reportado la presencia del ex secretario general de Gobierno operando a favor del candidato yunquista.

 

 

Moreno Valle hizo bien privilegiando la reunión con Madero en el Crown Plaza y despreciando el cumpleaños de Monseñor Chedraui. Así se ahorró el oso que hizo Luis Maldonado: el secretario general de Gobierno preparó una pieza de oratoria de época para abrir el festejo cumpleañero. Pero entre abrazos de caguamo, saludos, choque de copas e intercambio de teléfonos, nadie le hizo el menor caso. Tanto fue el ridículo que, al descender de la tribunal, Sayedna hizo uso de la palabra para, en su estilo patriarcal, amenazar con retirarse de su propio festejosi no se comportaban, lo que provocó las carcajadas de los casi 2 mil comensales.

 

 

Para la anécdota quedó el hecho de que según varios testigos presenciales, el representante presidencial Juan José Guerra Abud le negó el saludo a Luis Maldonado Venegas en la mesa de honor. Nadie entendió el visible desprecio.

 

 

 

 

 

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