Imprimir esta página

El tonygalicismo: ceder en lo necesario, mantener el margen de maniobra




Escrito por  Arturo Rueda
foto autor
Antonio Gali logró preservar dos de las funciones sustantivas de su gobierno —la Tesorería y la Contraloría— a cambio de ceder dos posiciones estratégicas, Seguridad Pública y la Secretaría General. Óscar Santizo es una posición directa de Facundo Rosas Rosas, mientras que Mario Riestra Piña jugará el papel del infiltrado morenovallista, correa de transmisión con Casa Puebla

Atrapado entre las expectativas propias generadas en su campaña, y el deseo de Casa Puebla de acotarlo en cualquier signo de autonomía política, Antonio Gali Fayad arranca mañana su estilo personal de gobernar la capital de Puebla. La larguísima transición de siete meses llegó a su final, y aunque hay quienes afirman que el nuevo alcalde de Puebla no será más que un empleado sometido a la línea del gobernador Rafael Moreno Valle o, que en el mejor de los casos podrá empezar a tomar decisiones propias hasta 2016, pasa por alto que la confección de su equipo es un equilibrio entre las necesidad propias de Gali con la cesión de posiciones al morenovallismo.

 

 

De acuerdo con el gabinete municipal que ayer le presentó CAMBIO y que ya fue confirmado por el alcalde al someter sus propuestas al cabildo, Antonio Gali logró preservar dos de las funciones sustantivas de su gobierno —la Tesorería y la Contraloría— a cambio de ceder dos posiciones estratégicas, Seguridad Pública y la Secretaría General. Óscar Santizo es una posición directa de Facundo Rosas Rosas, mientras que Mario Riestra Piña jugará el papel del infiltrado morenovallista, correa de transmisión con Casa Puebla y a quien pretende erigirse en una especia de “supervisor” del gobierno municipal, junto con Marcelo García Almaguer.

 

 

Sin embargo, el infiltrado Riestra llegará desgastado desde el primer día a la Secretaría General. De entrada, la fracción de regidores del PRI plantea darle su aval a las propuestas de Gali para la Tesorería, Contraloría y Seguridad Pública, no así a la Secretaría General. El escándalo de las leyes plagiadas por el ex alumno del CIDE, revelado ayer por el portal Central sería el pretexto perfecto para negar a Mario Riestra el aval.

 

 

Los regidores del tricolor no son los únicos problemas del ex diputado plagiario. El corazón del conflicto se encuentra en las ocho posiciones del Yunque en la planilla de regidores de Gali, cuyo liderazgo se ubica en Juan Carlos Espina. El ex diputado tiene una factura pendiente con Riestra, pues todavía se recuerda su papel en la traición a Juan Carlos Mondragón. Evitar su ratificación sería la venganza perfecta. Pero la verdad es que no hay una posición común.

 

 

Para algunos en el Yunque, votar en contra de Mario Riestra Piña sería iniciar con pie izquierda su relación con Antonio Gali Fayad, y una forma de agravar la situación de Eduardo Rivera Pérez. Dar pretexto para que ocurran cosas extrañas en el dictamen de entrega-recepción, porque hasta el momento no tienen ninguna queja del comportamiento de Gali para con la Organización, pues ha sido políticamente cortés.

 

 

En esa misma línea, iniciar una guerra contra Riestra Piña sería darle importancia a quien sabe está condenado a ser un Don Nadie en la administración municipal, porque, ¿quién recuerda el nombre del secretario general con el que terminó su administración Lalo Rivera? En este caso, siempre será mejor someterlo a la tortura diaria que estará a cargo de Juan Carlos Espina, que una y otra vez lo va a bocabajear en el cabildo.

 

 

En el resto del gabinete solamente destacan otros dos morenovallistas puros, Marcelo García Almaguer y Michel Chaín, además de un manzanillista como Fernando Graham y la única herencia del lalismo con María del Carmen Leyva que repite en Transparencia.

 

 

Muchos de los nuevos son apuestas personalísimas de Gali para construir perfiles propios, una nueva generación. Las dos mayores sorpresas son Anel Nochebuna, talentosísima poblana que gestionará Turismo y Cultura, y el joven Justy Eliser Tato, que tiene un gran prestigio internacional en materia de trabajo social.

 

 

Otras apuestas importantes son Francisco Javier Zúñiga para Infraestructura —fue subsecretario con Gali en la dependencia estatal—, Gabriel Navarro Guerrero en Desarrollo Urbano y Ecología —fue subsecretario del ramo en Quintana Roo— y por supuesto, Guillermo Aréchiga en Gobernación.

 

 

De acuerdo a la confección de su gabinete, todo indica que la política de Gali Fayad será ceder en lo necesario a los dictados de Casa Puebla, pero al mismo tiempo mantener su propio margen de maniobra para dar cumplimiento a las expectativas generadas entre los poblanos. Algo muy parecido a lo que hizo durante dos años en la Secretaría de Infraestructura y que le valió ganarse la candidatura morenovallista a la alcaldía.

 

 

 

 

 

 

 

Valora este artículo
(0 votos)
comments powered by Disqus