En síntesis:

 

1. Los pasos que he seguido en la vida he tratado de darlos sobre una línea recta que me inculcó mi familia.

 

2. Tengo claro y convicciones muy personales –como cualquiera– sobre lo que es bueno y lo que es malo.

 

3. Mi respeto a Francisco Castillo Montemayor es inalterable.

 

4. Quienes han colaborado de cerca con él en los distintos encargos que ha tenido, siguen abogando a su favor.

 

5. Hasta a quienes sancionó y metió en regla “dicen” que se trata de un personaje incorruptible.

 

6. El señor llegó a Puebla como delegado federal de la Secretaría del Medio Ambiente. Se relacionó y trabajo con los ecologistas de Puebla, con el Puebla FC y con varios gobernadores.

 

7. Como no es una persona de mafias, sólo se coloca en el desamparo, pese a los amigos que ha hecho en Puebla y los simpatizantes que hoy ha sumado.

 

Y como decían los españoles del siglo pasado: ¡punto redondo!

 

La defensa del acusado tiene la palabra y hay que confiar en la imparcialidad de la justicia, con todo y las alteraciones que se observan en el caso.

 

No se trata de jugar vencidas.

 

Los 44 del CML

 

En la comunidad libanesa de Puebla hay entusiasmo porque uno de los suyos después de un buen papel como presidente municipal está a punto de convertirse en el nuevo gobernador de Puebla, elegido democráticamente: Tony Gali.

 

En la misma comunidad más que preocupación hay entusiasmo en los tiempos por venir, con todo y el señor Trump que se posiciona como la peor amenaza.

 

Muchos están decididos a sacar sus ahorritos para reinvertir, a fin de cerrar filas con el país que les ha dado todo y que hoy tiene que fortalecer su empleo y crecimiento.

 

En medio de todo esto, el presidente en funciones del Centro Mexicano Libanés Pepe Yitani, junto con su directiva entre los que destacan Julián Hadad, Abraham Tlaye  y Jorge Zavala, ofreció una comida para honrar la memoria de los fundadores del centro que 44 años después sigue operando con éxito, tanto para la propia comunidad libanesa como para toda la sociedad que acude a disfrutar de sus instalaciones deportivas, sus actividades culturales y su comida.

 

La fiesta fue en grande y con la característica hospitalidad libanesa que comparte tradicionalmente su jocoque, garbanza, aceitunas y kepe crudo que todos disfrutaron con buenos vinos y el tema obligado: las obras por toda la ciudad y muy especialmente la construcción de la ciclopista sobre la Hermanos Serdán que obliga a quienes no son del rumbo a dar de vueltas y descubrir de paso más obras para una ciudad que crece y crece por todos lados.

 

Los descendientes de los primeros libaneses que llegaron a la región hoy en cuarta generación se manifiestan agradecidos en México, país que les dio todo tipo de oportunidades y facilidades para asentarse y trabajar.

 

Los Budib, los Chedraui, los Yitani, los Maccise, Abraham, Kuri, Alam, Tabe, Elías, Gabriel, Abdala, Tlaye, Bojalil, hoy en cuarta generación siguen en la línea del trabajo, generando oportunidades y se declaran a dar la cara y la batalla por este país.

 

Sobre los primeros 44 años del Centro Mexicano Libanés hay mucho por platicar, la fecha para celebrarlos fue la mejor escogida: el aniversario de la independencia de Líbano, cuando dejó de ser protectorado francés.

 

Y como decía alguien, desde el Centro Mexicano Libanés, “aún hay más” con líderes con la experiencia y visión como la de su actual presidente Pepe Yitani que reúne experiencia, visión y entusiasmo para hacer bien las cosas.

 

En la nostalgia

 

 La vida se construye, se forma a base de ciclos.

 

Para los hermanos Ariza concluye un ciclo de casi medio siglo de una de las tiendas que dio prestigio a la Puebla, DemBer regalos, en la segunda calle de la 5 de Mayo, que fue obligado visitarla y pasar horas dentro de sus cuatro salas de exhibición de artículos cuando una pareja decidía casarse y acudía entusiasmada a elegir su mesa de regalos.

 

Álvaro y Gloria Ariza, originalmente en el local de la 5 de Mayo 201, ganaron un alto prestigio con una tienda de ultramarinos, en donde ponían al alcance de los poblanos y la región los productos más selectos de la época.

 

En la misma tienda fueron introduciendo regalos y un día decidieron agotar las existencias de los ultramarinos para especializarse en la variada línea de regalos para toda ocasión y para todos los gustos.

 

El crecimiento de la ciudad les permitió hace un cuarto de siglo y abrir su segundo punto de venta en el centro comercial Galería las Ánimas.

 

Después, vino el desarrollo comercial de Angelópolis y se lanzaron a crear su tercera tienda.

 

La competencia con la llegada de negocios de la ciudad de México, los altibajos del dólar y con herederos dedicados a otras actividades, los llevaron a bajar la cortina en Angelópolis, y ahora en su primer punto en la 5 de Mayo 201, tomaron la decisión de concentrar el abolengo de sus negocios en Galería Las Ánimas.

 

Con una discreta notificación a su clientela, Álvaro Ariza bajó para siempre las cortinas de un negocio que dio prestigio a Puebla y resolvió las requerimientos de los más exigentes que hoy en su hogar comen en vajillas adquiridas en DemBer, con cubertería de y cristalería de las mejores marcas del mundo.

 

Con el cierre de este establecimiento agoniza el capital cien por ciento poblano en las primeras calles de la 5 de Mayo considerada por los mercadólogos como la milla de oro.

 

Hoy sólo quedan en pie, dando la batalla en las primeras calles de la 5 de Mayo, Almacenes Rodríguez, (de los hermanos Rodríguez Posada) Casa Rodríguez (de los hermanos Rodríguez Fernández)  y zapaterías Carmen (de la familia Pacheco), negocios que hacen frente a la competencia del capital judío que va llegando a Puebla a cuentagotas pero decididos a hacer de ésta, su plaza.