“¿Tiene caldo de pollo?” es el santo y seña de los huachicoleros a fin de adquirir gasolina en el mercado negro del Triángulo Rojo de Puebla. Si en cualquier expendio el costo del litro es superior a los 13 pesos, a pie de carretera y hasta en las casas más humildes, el litro de combustible robado se comercializa en 8 pesos la Premium y en 6 pesos la magna y diésel. Sin embargo, el método de entrega del combustible a granel cambió a partir de julio del 2015, luego que detuvieran a dos altos mandos policiales, acusados de brindar protección a bandas de chupaductos.
Antes era común el tránsito durante el día de camionetas cargadas con bidones tapadas con bolsas de plástico en Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Palmar de Bravo y Acajete, en donde los vendedores ofrecían el producto en las calles como si se tratara de leche.
“¿Cuánto le vamos a dejar hoy?, traemos de la verde, de la roja y diésel”, era una frase común… hasta que el incremento de la vigilancia militar en la región obligó a estos grupos a establecer contraseñas como una forma de “blindarse” ante posibles investigaciones ministeriales.
Según versiones extraoficiales, Marco Antonio Estrada López, ex director de la Policía Estatal Preventiva en el estado y Tomás Mendoza Lozano, éste, como jefe del Grupo de Operaciones Especiales –aprehendidos por militares el 14 de julio del año pasado cuando presuntamente custodiaban más de 30 unidades cargadas de gasolina de procedencia ilícita– formaban parte de una red de corrupción que opera en la zona.
Por el escándalo nacional que generó la captura de dichos mandos fue relevado del cargo el entonces secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas señalado en su momento de haber solapado protección a las mafias de ladrones de hidrocarburo.
Ante la pérdida de esa complicidad, ahora la llave para poder adquirir en ocho pesos el litro de gasolina Premium o “roja”; la Magna o “verde” y diésel en seis pesos es mencionar el nombre de una persona que lo haya recomendado, cliente frecuente, aparte de solicitar el hidrocarburo como si se tratara de un plato de comida: caldo de pollo.
“La entrega por domicilio ya no es muy frecuente porque una vez que detuvieron a los policías, los militares redoblaron vigilancia y ya es más fácil que te agarren. Ahora ya todo se hace en casa, la gente ya sabe dónde y cómo se vende. Llega solita (la clientela)”, narró a CAMBIO un joven oriundo de Tepeaca, reclutado en 2014 como chofer de una banda dedicada a extraer el llamado “oro negro” del poliducto Minatitlán-México de Pemex que cruza por estas ciudades.
Las filas en las casas particulares
La disputa entre los cárteles que buscan controlar este negocio, representó el año pasado ganancias por mil 200 millones de pesos, lo cual ha dejado al menos 30 muertos en lo que va de este año, incluidas víctimas colaterales, además de explosiones y retención de militares.
Luego que cambiaran los tiempos de venta, ahora las unidades a abastecer —en su mayoría procedentes de la central de abastos de Huixcolotla— llegan a los domicilios particulares en donde se comercializa el producto.
Por ejemplo, hay una bodega en Palmarito Tochapan –perteneciente a Quecholac– en la que todas las mañanas hacen fila camiones de carga y unidades particulares para la compra ilegal de gasolina.
Quien llega sin ser recomendado o dar la clave que se requiere, el despachador se abstiene de venderle e incluso, corre el riesgo de ser linchado en el lugar ya que de acuerdo con los vecinos hay halcones que alertan sobre los operativos o alguna persona “extra” buscando infiltrarse.
Las familias que no se dedican a este negocio hablan poco sobre el tema, dado que temen represalias y quienes lo hacen piden permanecer en el anonimato.
507 detenidos en los últimos cinco años
Hasta el corte del 25 de mayo pasado, Puebla alcanzó el primer lugar a nivel nacional en registrar un mayor número de tomas clandestinas al sumar 616, superando a Guanajuato, entidad que de enero a mayo de este año registró 480 y Tamaulipas con 330.
En comparecencia en febrero pasado, el secretario de Seguridad Pública estatal, Jesús Rodríguez Almeida informó que tan sólo el año pasado fueron detenidas 89 personas relacionadas con este delito, además de 307 vehículos asegurados y 768 mil 172 litros recuperados.
Sin embargo, información obtenida vía Infomex con la Procuraduría General de la República (PGR), no coincide con los registros estatales. Por ejemplo, en aquel año, la dependencia reporta la captura de 226 sujetos relacionados con el robo de hidrocarburo, siendo 163 los consignados.
Además, el número de unidades aseguradas es de mil 678 y 3 millones 710 mil litros de gasolina recuperada durante el año pasado.
Los números oficiales dan cuenta que la mayor actividad de los últimos cinco años se dio durante 2015, cuando iniciara la actual administración de Rafael Moreno Valle en 2011, considerando que las cifras no eran tan alarmantes aunque año tras año éstas fueron aumentando.
En 2011 fueron detenidas 24 personas y 22 procesadas; 52 aprehendidas en 2012 y 40 llevadas ante un juez, y en 2013 otras 54 fueron detenidas; sólo 36 fueron consignadas.
En 2014 el número de arrestos subió a 96, de los cuales a 81 les abrieron un proceso. En tanto que de enero a marzo de este año han sido arrestadas 55 personas y 28 están procesadas ante un juez federal.
De acuerdo con información de la PGR, en el último año ha recibido una sentencia por el delito de robo de hidrocarburo, un total de cinco personas con penas de ocho años de prisión y una multa de 63 mil 777 pesos, para cada uno.