Un hueco en el estómago, un nudo en la garganta y las lágrimas a punto de salir, fueron la primera impresión de Rita S. quien recibió este miércoles por la mañana la noticia de que su hijo de apenas seis años fue rechazado de una escuela primaria particular en San Pedro Cholula, donde pretendía cursar el primer año.
‘Jhony’ como le dicen de cariño sus primos, es un pequeño diagnosticado con hiperactividad, quien, a diferencia de otros niños, soñaba con ir a una escuela particular para poder aprender inglés y computación, materias que no tuvo en el preescolar del DIF del municipio donde es originario.
En menos de un mes el pequeño de complexión robusta y enormes ojos, ha sufrido dos rechazos, en la primaria Intercanadiense y en el Instituto Bernardino de Rivadavia. En el primero, las semanas previas al inicio de clases el personal de la institución le dio largas a la joven madre, argumentando que tenían ‘ciertas políticas’ en su institución, y un niño en esa condición sería un problema para las maestras.
Ante la falta de interés de la institución ubicada en el Barrio de Jesús, Rita S. acudió el pasado viernes al Instituto Bernardino de Rivadavia, y el lunes el menor ingresó a su primer día de clases, condicionado a ser evaluado por la maestra del grupo de 15 alumnos para ver si lo aceptaban o no.
‘Jhony’ es un niño carismático que domina el habla y fácilmente hace amigos, gracias a ello logró que en el trabajo de su papá, lo apoyaran con una beca de gran porcentaje para continuar sus estudios.
A su corta edad ya ha sido ayudante de su mamá en la venta de comidas. En vacaciones se ofreció a lavar los coches de su familia para ahorrar un poco de dinero y tener un recurso y apoyar a sus padres en la compra de útiles y la mochila de su caricatura favorita.
‘¿Mamá por qué nadie me quiere? ¿Por qué todos me rechazan?’, son dos preguntas que Rita S. no pudo contestarle al pequeño que soltó en llanto al enterarse que en su tercer día de clases se convirtió realmente en el último en esa escuela.
A decir de la mamá del pequeño, el argumento de la escuela ubicada en el corazón de San Pedro Cholula, es que la maestra no se dará abasto para poder atender a ‘Jhony’, pues es muy hiperactivo.
Rita S. acudirá a las oficinas en Puebla de la Comisión de Derechos Humanos, y ante la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), pues no quiere que las escuelas ‘clasistas’ sigan discriminando a los pequeños por su condición.