La bodega ubicada en San Francisco Ocotlán en el municipio de Coronango, la cual era operada por la banda de Gregorio Aguilar ‘El Chimole’ líder huachicolero de Acajete, resultó ser propiedad del síndico municipal Víctor Arce.
Policías estatales aseguraron el inmueble este miércoles en donde se almacenaban más de 20 mil litros de hidrocarburo robado, 17 unidades usadas para el trasiego y en el que fueron detenidas 14 personas entre ellas nueve mujeres.
Según vecinos del lugar el predio en donde se ubica el almacenamiento estuvo abandonado por mucho tiempo y fue hasta hace dos años cuando se acondicionó para comenzar a operar como presunta refaccionaria y salón jardín.
Operaba como refaccionaria
El inmueble tiene dos fachadas: por el lado de la Avenida Libertad número 252 y la otra a la altura del 267 de la calle Miramón, ambas entre las avenidas Francisco I. Madero y José María Morelos en la junta auxiliar San Francisco Ocotlán en Coronango.
Del lado de la Avenida Libertad funcionaba como refaccionaria y en la Avenida Miramón operaba como supuesto restaurante-asador-salón jardín. La propiedad está cercada con malla y aún tiene unidades en su interior, actualmente es resguardada por elementos de la policía de Coronango.
Vecinos de la zona aseguraron que el terreno está a nombre del tío del síndico, pero en realidad el dueño es Víctor Arce quien a raíz de que ingresó a trabajar en el Ayuntamiento que encabeza Hermelinda Macoto Chapuli, acondicionó el terreno.
“Era un terreno casi baldío, sólo había un cuartito y una bodega vieja. Hace poco menos de dos años, limpiaron el terreno, recortaron el pasto y colocaron algunas estructuras. Se anunció con letreros que sería restaurant-asador y hasta que venderían memelas, pero jamás vimos que se vendiera algo o que alguien fuera a consumir”, ventiló uno de los entrevistados.
“Los anuncios fueron pura pantalla porque siempre estuvo cerrado. Veíamos entrar y salir camionetas, pero nunca se vio que fuera un restaurant o un salón de fiestas. Algunas veces sí se percibía el olor a gasolina, ahora que vayan los policías y que revisen la casa del síndico, porque también sólo eran dos cuartitos y ahora es un caserón”, expresó uno de los sondeados.
Una vecina mencionó que en este pueblo todos se conocen e incluso saben que las modificaciones que hizo el síndico en su terreno, fueron con recursos del Gobierno federal y para conseguir el apoyo, tuvo que poner a nombre de su tío el terreno.