En las colonias Bosques de San Sebastián, Amalucan, Castillotla y en la junta auxiliar La Resurrección hay bodegas de gasolina robada, que se almacena en cisternas aseguró Álvaro Segovia Cruz, miembro del Consorcio Transdiciplinario de Investigación Secarsos, quien participó en el foro de la Red Ciudadana por la Seguridad en Puebla.
“Es un fenómeno que ya se salió de las manos y que se puede convertir en una bola de nieve, que crece y crece en delitos colaterales como los robos de vehículos, consumo clandestino y venta ilegal de armas”, señaló, al tiempo de urgir a las autoridades intensificar los operativos en las zonas mencionadas.
Durante su ponencia explicó que el robo de hidrocarburos prevalece desde hace 16 años, aunque reconoció que se agravó en la administración de Rafael Moreno Valle, pero afirmó que esto es producto de una mala educación en los niños y falta de empleo en los ciudadanos quienes se ven obligados a delinquir.
Sostuvo que es necesario impulsar políticas públicas urgentes, ya que es un problema creciente y ejemplificó que “en el año 2014 existían unas 65 tomas promedio para la extracción, mientras que de enero a junio de este año había dos mil 600 tomas, esto quiere decir que se ha disparado mucho más de mil 600 por ciento y no podemos cuantificar la cantidad de litros exactos que se extrae, toda vez que es de manera imposible poderlo cuantificar”, refirió.
El robo de hidrocarburo, aseguró, ha mermado las finanzas nacionales, pues estimó –de acuerdo a sus datos e investigaciones–, pérdidas por 21 mil millones de pesos de forma anual lo que “se va a los grupos de la delincuencia, ya no es un fenómeno sino una subcultura que se está creando, subcultura criminal y si en este momento no ponemos un freno, hablo como equipo de trabajo, autoridades docentes e investigadores esto se va a complicar”, advirtió.
Insistió en que el modelo educativo debe modificarse, de lo contrario el robo de hidrocarburos y los delitos del fuero común que se generan alrededor de esto, se pueden disparar, además refirió que los empleos mal pagados obligan a los menores a trabajar para obtener bienes materiales, que sus padres no pueden otorgarles.
“Es más fácil para los niños robar o cuidar, los famosos halconcitos, que poder seguir estudiando, ya que no se tiene una meta, si le preguntas a los niños del Triángulo Rojo qué es lo que quieren ser, quieren ser huachicoleros”, puntualizó.
Finalmente, exhortó a los ciudadanos a no consumir gasolina robada, ya que hay graves problemas detrás de este delito.