En sólo una semana se registraron tres hechos violentos que dejaron como saldo 25 muertos en Puebla, lo que atrajo la atención de medios nacionales e internacionales sobre la entidad, por la muerte de 14 personas en una explosión en Chilchotla; el enfrentamiento de militares y pobladores en Palmarito con saldo de 10 muertos y 12 heridos; el cruel asesinato de un menor de dos años y la violación de su madre y hermana en un atraco en la Autopista México-Puebla.
La noche de este lunes se registró una explosión dentro de un polvorín en el municipio de Chilchotla cuando se realizaban los preparativos para una fiesta patronal que dejó a 14 personas muertas, destacando que se trataba de 11 menores de edad.
Autoridades estatales y federales lamentaron el hecho que además de dejar un gran número de muertos, también arrojó un saldo de 25 personas desaparecidas entre los escombros de las viviendas que sucumbieron ante el siniestro.
Cuatro soldados y seis civiles perdieron la vida el miércoles de la semana pasada cuando se registró un enfrentamiento sangriento entre militares y huachicoleros en la junta auxiliar de Palmarito Tochapan en el municipio de Quecholac.
La noticia le dio la vuelta al mundo debido a las bajas militares y a que diversos miembros de la población acusaron al ejército de iniciar el combate y asesinar a personas que consideraban inocentes, reprocharon la presencia de los soldados en sus localidades asegurando que sin ellos están mejor.
Además de difundir el enfrentamiento de ambos bandos, medios internacionales dieron cifras sobre las pérdidas millonarias que generan los huachicoleros de Puebla para Pemex.
El pasado 2 de mayo, una familia fue interceptada por una banda de ocho bandidos mientras circulaban por la Autopista México-Puebla, dejando como resultado la muerte de un bebé de dos años y las violaciones de su mamá y hermana.
El hecho causó indignación a nivel nacional debido a que el infante recibió un balazo en el corazón por parte de los agresores para intimidar al resto de la familia por lo que las autoridades federales y estatales decidieron reforzar las medidas de seguridad en los caminos para evitar estos incidentes y aseguran que continuarán las investigaciones para hallar a los culpables.
Con estos hechos la imagen del estado poblano ha quedado mal parada al ser cuestionada la autoridad y seguridad que brindan los gobiernos estatales y municipales, ya que en dos de los tres casos fue necesaria la intervención del gobierno federal para tratar de solucionar los graves problemas.
Sin embargo, el gobierno federal no ha estado exento de críticas, debido a que personajes políticos, empresariales y religiosos recriminaron las medidas del gobierno federal para tratar de regresar la paz a Puebla, generando polémica entre lo que se debe y no se debe hacer.