La temporada de mole de caderas arrancará este jueves 10 de octubre. Pero ¿ya habías escuchado de este platillo? Te contamos sobre su historia.
En 1586, la Orden de los Carmelitas Descalzos llegó a Puebla y estableció el Convento de San Francisco de Asís. Las monjas carmelitas, conocidas por su devoción y habilidades culinarias, comenzaron a crear recetas que combinaban la tradición española con la gastronomía indígena.
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Creación del mole de caderas
Según la leyenda, las monjas carmelitas crearon el mole de caderas para honrar a la Virgen de la Asunción, patrona del convento. Buscaban crear un platillo que fuera digno de la Virgen y que reuniera a la comunidad.
La receta original incluía caderas de cerdo, chiles mulatos, pasillas y ancho, almendras, pasas, chocolate y especias. El mole se cocinaba durante horas en ollas de barro y se servía en ocasiones especiales.
Influencias y evolución
El mole de caderas fue influenciado por la cocina española, africana y indígena. Las monjas carmelitas incorporaron ingredientes locales como chiles, ajonjolí y almendras, y técnicas como el molcajeteado.
Con el tiempo, el mole de caderas se convirtió en un símbolo de la identidad poblana y se extendió por toda la región. Cada familia y comunidad agregó su toque personal a la receta.
Legado
Hoy en día, el mole de caderas es un platillo emblemático de Puebla y se sirve en ocasiones especiales como bodas, fiestas y Día de Muertos.
El Convento de San Francisco de Asís sigue siendo un lugar importante para la comunidad carmelita y la gastronomía poblana. Las monjas carmelitas continúan compartiendo su receta y técnicas con la comunidad.
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