Deja nueva maravilla derrama... pero en QR

Martín Morita / Agencia Reforma

Aunque han pasado casi 5 meses desde que fue declarada como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, Chichén Itzá ha incrementado su afluencia de visitantes, pero esa derrama económica no la ven pasar en Yucatán.

Prestadores de servicios, arqueólogos e incluso funcionarios del Gobierno del Estado reconocen que los beneficiarios siguen siendo los mismos: los empresarios turísticos del vecino estado de Quintana Roo, concretamente de Cancún y la Riviera Maya.

"La gran mayoría de los turistas vienen de Cancún y la Riviera Maya y sólo están en unas cuantas horas en la zona arqueológica, sin generar una derrama de dinero para los hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicios de Yucatán", dice Jorge Esma Bazán, director de Cultur, el patronato del Gobierno de Yucatán que, junto con el INAH, es responsable de la administración de Chichén Itzá.

Por otra parte, Juan Carlos Yam, guía de turistas durante más de 20 años en esta zona arqueológica, afirma que nada ha cambiado con el hecho de que Chichén Itzá sea una maravilla mundial.

"Los que se siguen despachando con la cuchara grande son los empresarios de Cancún, pues los turistas que vienen a la zona ya están 'empaquetados', traen a sus propios guías, sólo pagan sus entradas y algunos compran artesanías", arguye.

Y define en una frase:
"Chichén Itzá sigue siendo una extensión de los hoteleros y empresarios turísticos de Cancún".

En Valladolid, a sólo media hora de Chichén Itzá, Ruth Guzmán, propietaria de un hotel de tres estrellas, narra algo similar.

"Por más que los hoteleros de Valladolid hemos invertido para que los visitantes de Chichén se queden aunque sea una noche acá, hemos fracasado.

"Nuestras tarifas son muy accesibles, no pasan de 500 pesos y ofrecemos servicios igual o hasta mejores que los de Cancún, pero ni así", argumenta.