Se requiere más vigilancia, reconoce el gobernador


No obstante, niega que hechos violentos cambien la política de seguridad de estado


El mandatario admitió que el atentado contra Víctor Pérez Dorantes y el linchamiento de sicarios “son avisos que nos hacen tomar mayores medidas de seguridad”, aunque reiteró que son hechos aislados que no alteran la tranquilidad estatal


Leticia Ánimas Vargas / Tenango de las Flores

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Los hechos de violencia suscitados el fin de semana en la capital del estado y en Tlapanalá, son avisos que nos deben hacer tomar mayores medidas de seguridad, consideró el gobernador del estado Mario Marín Torres, durante la gira realizada por los municipios de Jalpan y Huauchinango.


Aunque Marín Torres negó que el atentado contra funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del estado y la detención e intento de linchamiento de un grupo de presuntos sicarios en Tlapanalá, vayan a cambiar la política de seguridad en la entidad, dijo que es necesario instrumentar mayor vigilancia y mejor coordinación con los municipios.


Contrariamente a lo manifestado por algunos funcionarios del gabinete de seguridad en la entidad, el gobernador admitió que estos sucesos “son avisos que nos hacen tomar mayores medidas de seguridad”, aunque reiteró que son hechos aislados que no alteran la tranquilidad estatal.


En entrevista con este medio, Marín Torres rechazó que la reacción de los pobladores de Tlapanalá que estuvieron a punto de linchar a siete personas, al parecer involucradas con el crimen organizado, sea una respuesta a la incapacidad de las autoridades en materia de seguridad pública.


“No, no, no. Se trata de un caso excepcional, no es un caso rutinario. Al parecer, las investigaciones que se están haciendo nos indican que se trata de un grupo que estaba molestando a los vecinos, se habla de un posible secuestro, el pueblo se organizó, los descubrió a tiempo y por eso actuaron de esa manera. Pero no es una conducta generalizada en el estado”, argumentó.


—¿Tendremos que ver a la gente tomando la justicia en sus manos? —Claro que no, claro que no, remató el gobernador.

 

 

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