Universitarios dejan las marchas por plantones


Estudiantes de filosofía toman las calles del centro de la ciudad


Inconformes esperan establecer algún diálogo con SCT sobre el camionazo marinista



Yonadab Cabrera Cruz

 

Una manta con el rostro del Che Guevara pendía en la avenida Juan de Palafox y Mendoza, en pleno centro de la ciudad de Puebla. Ella protegía, daba valor e identidad a los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAP, pues una vez más, se inconformaron por el aumento al precio del pasaje.


De pronto, esta facultad de la UAP viajó en el tiempo, pues el entorno se transformó al estilo de los años 60, donde las voces, el sentir y las ideas de los estudiantes se expresaban de forma pacífica y tranquila, pero a la vez revolucionaria, usando la crítica y el “amor y paz”, para repudiar el autoritarismo y el poco aprecio a los derechos de los ciudadanos.


Recordando a Woodstock en agosto de 1969, cuando miles de universitarios y ciudadanos norteamericanos permanecieron en un concierto que duró alrededor de 5 días, como inconformidad ante la guerra de Vietnam y donde el clima fue de fraternidad, respeto y tolerancia a las personas.


Así, ayer los estudiantes de Filosofía y Letras de la UAP decidieron cambiar las consignas, las marchas y los tumultos, por guitarras, juegos de ajedrez y un dálmata, para rechazar el costo tan alto que tuvieron que pagar, debido a los acuerdos entre el gobierno del estado y los concesionarios del transporte público.


Y cantando trova, música de protesta y rock urbano, además de disputar diversos juegos de ajedrez, los universitarios esperaron pacientemente a que se presentaran las autoridades de la SCT y dialogara con ellos, para llegar a un acuerdo de descuentos para estudiantes.


“Esto no es un plantón ni una manifestación, sólo estamos expresando a nuestra manera, nuestra inconformidad por el alza al pasaje, no es justo que no nos hayan tomado en cuenta, porque hay muchos estudiantes que no tienen los suficientes recursos económicos como para pagar un precio tan alto por el transporte público”, expresó un estudiante de Filosofía.

 


 
 
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