Hoy, definen amparo a judiciales asesinos

Se podrían salvar los delincuentes que mataron a un empresario

Edmundo Velázquez

Hoy, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Federal definirá si obtienen el amparo definitivo los judiciales que dieron muerte al empresario Ricardo Ramírez a principios de este año.

Cabe recordar que a los agentes de la Policía Judicial, Carlos López Quiteria, Rolando Contreras Chang y José Díaz Salinas, en el mes de julio les fue otorgado el amparo por parte de la juez Segundo de Distrito, Lucitania García.

De acuerdo a los detalles de la abogada Isabel Suriano, representante legal del hermano de la víctima, Antonio Ramírez, desde el jueves de la semana pasada han esperado a la resolución de los magistrados, sin embargo aparece como “pendiente”, por lo que esperan que hoy finalmente se defina si a los judiciales se les dará el amparo o no para que se reinicie el proceso penal en el Juzgado Primero de lo Penal.

El amparo número 445/2008 fue emitido desde el jueves 17 de julio y en él se pide al juez Primero de lo Penal que se replantee la sentencia y el auto de formal prisión para los tres uniformados.

Cabe recordar que en ese entonces el juez Primero de lo Penal era Isauro Limón Melchor y tras los cambios del Tribunal Superior de Justicia, en su puesto fue colocado Javier Vázquez Fernández.

El caso de Ramírez provocó uno de los más citados escándalos en la Procuraduría General de Justicia en los últimos años. Ya que el empresario fue raptado y torturado. Su hermano Antonio salvó su vida cuando pudo escapar pero no volvió a verlo vivo. Ricardo Ramírez murió “por broncoaspiración”, como admitió la entonces procuradora Blanca Laura Villeda, dentro de las instalaciones de la PGJ.

Ambos fueron detenidos sin orden de aprehensión el día 31 de enero del 2008. Los hermanos salieron de una consulta médica en el Hospital Ángeles en la zona de Angelópolis cuando fueron levantados por los agentes. Antonio, seis horas después, fue dejado en libertad en Atlixco, pero al siguiente día su hermano Ricardo ya se encontraba como un cadáver desconocido en el Servicio Médico Forense.

Meses después, en parte por el escándalo del caso Ramírez, la procuradora Blanca Laura Villeda dejó la Procuraduría.

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