Las pruebas no son contundentes


Admite Arsención Serna en el caso de El Ciberpederasta


El director de Averiguaciones Previas Zona Norte admitió que aunque en la rueda de prensa en la que dio a conocer el asesinato de una menor, dijo que hubo violación, reconoció que la juez Rosalba Elena Zárate solamente procesó al “Vanilla Ice” por el delito de homicidio


Edmundo Velázquez

 

Visiblemente nervioso, Guillermo Arsención Serna, director de Averiguaciones Previas Zona Norte, admitió que las pruebas en contra de José Luis Moreno García no son contundentes. Aunque en la rueda de prensa en la que dio a conocer los hechos, dijo que hubo violación contra la menor encontrada el 7 de octubre del 2008, admitió que la juez séptimo de lo penal, Rosalba Elena Zárate, solamente la otorgó por el delito de homicidio.

 

Respecto a las huellas del detenido, que no coincidieron con las encontradas en el cuello del cadáver, Serna aseguró que “…el detenido es un abogado. Por lo tanto sabía de criminalística y fácilmente si comete un delito puede borrar sus huellas”.


Y finalmente el funcionario de la PGJ admitió que no existen análisis de genética o fluidos que incriminen al egresado de la Escuela Libre de Derecho.


Incluso Serna defendió el retrato hablado que poco coincide con José Luis Moreno García y que CAMBIO publicó ayer: “Los retratos hablados no son fotografías, no tienen porqué ser idénticos”.


En entrevista concedida en sus oficinas de la 10 Oriente, Serna mencionó que, de tres testigos, uno prefirió no dar su testimonio por temor a equivocarse debido a que no estaba seguro de que el abogado detenido era la persona que estuvo en el hotel el día 6 de octubre y que dio muerte a la niña proveniente del Estado de México.

 

No se documentaron conversaciones
de chatentre el asesino y la menor


CAMBIO publicó ayer copias del proceso que se sigue en contra del abogado José Luis Moreno García, entre ellas el retrato hablado hecho con los testimonios de los trabajadores del Hotel Real de Santander, las pruebas grafoscópicas de la firma de quien se registró en la habitación como “José Moreno García”, peritajes dactiloscópicos así como los exámenes psicológicos y de criminología de rutina. Sin embargo, el día en que se dio a conocer la noticia a los medios de comunicación apareció el director de Averiguaciones Previas de la Zona Norte, Guillermo Arsención Serna. Ese día el funcionario indicó que “el detenido había enamorado vía chat a la niña” oriunda del Estado de México y con engaños la había traído para después abusar de ella y estrangularla en la habitación 210 del Hotel Real de Santander de la colonia Nueva Aurora.


En entrevista, Serna retomó los hechos y mencionó que no documentaron las conversaciones en que la niña “fue enamorada” por quien después sería su asesino. Sino que estas versiones se conocían por dichos de sus amigas.


—¿Cómo comprobaron que se conocieron por chat?—


—Tenemos pláticas de las amigas de ella. Que ellas sabían.


—¿Tienen las conversaciones?


—Pues como la chica desgraciadamente era económicamente débil ella recurría a distintos cyber cafés.


—¿No tienen pruebas entonces de que chateaban?


—Sí, tenemos indicios. Pero te repito, nuestras pruebas fuertes son los dictámenes psicológicos, criminalistas, y la identificación plena y sin lugar a dudas.


De todas las pruebas, la grafoscópica es en la que la PGJ tiene mayores esperanzas. Según Serna la prueba es casi tan fuerte como la de la dactiloscópica: “Cuando él compareció aquí como sospechoso, definitivamente negó todo y en ese momento firmó las declaraciones y escribió de su puño y letra su nombre. Y se cotejó con la firma dubitable y resultó ser la de él. Para nosotros es una prueba concluyente porque la grafoscopía es una ciencia que nos dice tanto como las huellas”.


Los trabajadores de la PGJ fueron incapaces de establecer conexiones entre los otros elementos encontrados en la escena del crimen. Los peritajes de genética fueron imposibles de tomarse, porque, según Serna “se limpió la escena”.


—¿Encontraron huellas dactilares?—se le preguntó al funcionario de la PGJ.


—Fragmentos nada más


—¿Coincidieron con las del detenido?


—No.


—¿Encontraron fluidos? ¿Rastros?


—Se encontraron pero no sirvieron.


—¿Porqué no sirvieron?


—En el procesamiento estaban muy incompletas las cantidades. Pensamos que las limpio.


—¿Pruebas genéticas? ¿Semen?


—Genéticamente no. Nuestras bases son las identificaciones y la grafoscopia…


¡Ah! y los dictámenes psicológicos y criminológicos. Dice que es una persona con tendencias peligrosas, violeta, que es inestable, manipulador, inteligente, pero… con problemas.


Consignaron por violación pero
“la juez no lo tomó en cuenta”


Según el director de Averiguaciones Previas de la Zona Norte de Puebla, los peritos de la PGJ encontraron elementos en la escena del crimen que definían que en efecto hubo abuso sexual contra la niña, sin embargo que no fueron consignados por la juez séptimo de lo penal Rosalba Elena Zárate debido a que los jueces “aplican el principio de la duda”.


“Los jueces dicen que en caso de duda absuelven. Ellos llevan el principio que dice, más vale soltar a un culpable que condenar a un inocente. Y a nosotros nos toca consignar por todos los indicios que encontramos. Nuestra obligación es juntar todos los elementos y consignar por todo lo que tengamos”, finalizó Serna.

 


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