Pinta Marín escenario fatalista para 2009


Reconoce que la austeridad republicana de su gobierno no será suficiente para encarar la crisis


El mandatario dejó a un lado los discursos optimistas y advirtió sobre las repercusiones de la crisis mundial en la calidad de vida y en los efectos negativos para Puebla por la caída de remesas de Estados Unidos


Selene Ríos Andraca

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El sombrío entorno económico provocado por la crisis financiera mundial internacional derrumbó cualquier previsión optimista del marinismo. Ayer, el gobernador Mario Marín Torres se rindió a las evidencias y reconoció las complicaciones que enfrentarán las finanzas públicas poblanas, así como la caída del nivel de vida de los habitantes de la entidad, por la severa baja de remesas.


Durante la entrega de reconocimientos a labores sociales, Mario Marín dejó a un lado los discursos optimistas y vislumbró un escenario fatalista para la entidad y los poblanos, una vez que mostró su preocupación por el regreso de mexicanos al país que se quedaron desempleados por la crisis en Estados Unidos.


Por primera vez desde la caída de la bolsa y del crack financiero a nivel internacional que afecta a Europa, Latinoamérica, Asia y América del Norte, Mario Marín reconoció que ni México ni Puebla estarán exentos de las repercusiones económicas, dejando a un lado la presunción de su gobierno austero, estrategia que ha presumido desde que tomó las riendas del Poder Ejecutivo en Puebla a principios de 2005.


En el Salón Gobernadores de Casa Aguayo, Mario Marín advirtió que la crisis económica afectará las “estructuras fundamentales de empleo” y generará “deterioro del bienestar social”.


“La caída en la bolsa y la crisis financiera está provocando el deterioro del bienestar social, ponen en riesgo a las unidades productivas del campo y la ciudad. Está afectando a nuestras estructuras fundamentales de empleo.”


Sobre la eventual llegada de 200 mil migrantes poblanos que espera la entidad en los próximos meses, Mario Marín les vislumbró un “futuro sombrío” y una situación económica complicada.


“Las familias que dependen de las remesas procedentes de Estados Unidos, también encaran un futuro sombrío, porque no hay certeza de que nuestros compatriotas conserven sus trabajos. Estados Unidos de Norteamérica vive una crisis severa que está afectando a todo el mundo y México y Puebla no son la excepción.”


Asimismo, explicó ante unas 100 personas aglutinadas en el Salón Gobernadores sobre las repercusiones del crack bursátil a los ciudadanos poblanos.


“Nuestra moneda ha sufrido embates especulativos que la han devaluado una tercera parte, afectando a los ahorradores, a los pensionados, y a los empleados, porque automáticamente sus ingresos se reducen por el impacto inflacionario que se genera.”


Con este discurso, Mario Marín corrigió a su secretario de Finanzas Gerardo Pérez Salazar y a su director de Comunicación Social, quienes en reiteradas ocasiones presumieron de la estabilidad de la administración para soportar la crisis, sin efectos mayores.


Ambos funcionarios resaltaron la estrategia económica aplicada desde el inicio de la administración sobre la reducción en el gasto nominal, convirtiendo al marinismo en un “gobierno austero y republicano, de nueva generación”.


Pero ayer, Marín vislumbró el fatalista escenario que le espera a Puebla para el 2009 en el que el planeta entero estará sufriendo la recesión de Estados Unidos, por ser ésta la capital del dinero mundial.


Es preciso señalar que la administración marinista también se enfrentará a sus propias acciones, ya que Mario Marín ha solicitado tres líneas de crédito en lo que va de su gestión, amén de incrementar la deuda para la paraestatal más morosa del estado, el Soapap.


Por el momento, Puebla sufre su deuda histórica, debiéndole a la banca comercial casi 10 mil millones de pesos, por tres líneas de crédito: mil 500 millones de pesos para el 2005; tres mil millones de pesos en el 2006 y mil 800 millones de pesos para el 2008.

 

 

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