Friday, 26 de April de 2024


+ Obama: ¡y aún le faltan tres años más! + Restauró Estado de seguridad nacional




Escrito por  Carlos Ramírez
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Si algún dato exhibe el corte de caja del quinto informe del estado de la nación que rendirá hoy en la noche el presidente Barack Obama, sin duda es el de la restauración del Estado de seguridad nacional y la consolidación del espíritu de las leyes patrióticas de George W. Bush.

Y entre todos los datos hay uno que puede resumir cómo con Obama se han sacrificado derechos en aras del concepto bushiano de la seguridad nacional: el periodista James Risen, del The New York Times, ganó el premio Pulitzer de periodismo en el 2006 por revelar el espionaje del gobierno pero se encuentra a un paso de ir a la cárcel por negarse a revelar sus fuentes, una conquista de Watergate.

 

 

El asunto es grave porque Risen acaba de pasar su asunto a la Corte Suprema para pedir la protección hacia su trabajo como periodista de investigación. Las revelaciones de Risen fueron un antecedente de la apertura de la caja de Pandora del espionaje de la National Security Agency que potenció el ex analista Edward Snowden. La CIA fue la más lastimada por Risen en su libro State of terror o cómo el Estado de seguridad nacional --la Casa Blanca-- viola derechos, sea con el apanicado George W. Bush o con el profesor de derecho constitucional Barack Obama.

 

 

Hoy comparecerá Obama en su tercer informe sobre el estado de la nación pero en medio de la más severa crítica de los medios por la ineficacia del gobierno, las mentiras del poder, los engaños de Obama y sobre todo la violación del derecho de la prensa a investigar al poder político. La crítica ha sido demoledora contra Obama, al grado de llamarlo “héroe inactivo” (sitio Slate del The Washington Post), populista y ser exhibido por su ex secretario de Defensa Robert Gates por no tomar decisiones estratégicas.

 

 

Lo peor para Obama es la persistente denuncia de violaciones constitucionales. La revista Forbes publicó en diciembre pasado una lista de cuando menos diez grandes violaciones a la Constitución por parte de Obama: el engaño a personas que ya tenían seguro propio, problemas con el seguro médico que no fue lo prometido y legalizado, la forma en que Obama decidió poner una ley para saltarse al congreso y reventar los mecanismos bipartidistas, la politización de la oficina de impuestos, el apoyo a la marihuana que el propio Obama reconoce que fumó, el rechazo en nueve ocasiones de la Corte Suprema a excesos del Departamento de Justicia y nombramientos de funcionarios en recesos del congreso para eludir objeciones.

 

 

Otra durísima derrota del programa de espionaje aprobado por Obama mucho más allá de los alcances del gobierno de Bush ocurrió con el voluminoso reporte del panel bipartidista sobre espionaje telefónico realizado por el grupo Privacy and Civil Liberties Oversight Board (PCLOB) que concluyó que el espionaje telefónico de la NSA --agencia de seguridad nacional que intercepta llamadas-- viola los derechos de los ciudadanos y ordena que “el gobierno debe poner fin a su programa”.

 

 

El dato es mucho mayor porque ese panel dictaminó que la sección 215 del Acta Patriótica de Bush ya reconfirmada por Obama viola la Constitución porque no sólo permite espiar y obligar al ciudadano a espiar por el Estado --el modelo de los hermanos Castro en Cuba--, sino que prohíbe al ciudadano revelar que es espiado y obligado a espiar. De ahí la orden del panel PCLOB al gobierno de Obama para poner de inmediato “garantías de privacidad” ante el 215.

 

 

El estado de ánimo hacia Obama por parte de la prensa acosada lo resumió el domingo John Kass, del Chicago Tribune: el país no ha comprendido la terrible verdad sobre el informe de Obama, porque “después de éste (el de hoy), tiene dos más. ¿Dos más? Oh Dios”.

 

 

 

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