Saturday, 04 de May de 2024


+ Comisionados del IFAI, despedidos + A remojar barbas de consejeros IFE




Escrito por  Carlos Ramírez
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Tal y como se esperaba, los cuatro comisionados actuales del Instituto Federal de Acceso a la Información fueron práctica mente cesados porque no serán considerados para el nuevo organismo, a pesar de que algunos no terminaron el periodo para el que fueron elegidos.

Un poco porque la calidad que se esperaba de ellos resultó menor y que algunos escándalos internos minaron la confianza de los senadores, el otro asunto no fue menor: el nuevo Instituto fue dotado de mayores facultades y por tanto se necesitaban de fichas nuevas. Prácticamente los cuatro consejeros fueron decisión del presidente Felipe Calderón y por tanto respondían a los intereses del PAN.

 

 

La decisión de Senado de batear a los cuatro consejeros del IFAI fue un mensaje indirecto a los cuatro consejeros del Instituto Federal Electoral cuya presencia también está en veremos por la reforma constitucional de finales del año pasado: el IFE pasó a Instituto Nacional Electoral con once consejeros y el debate está en mantener a los vigentes o convocar fichas nuevas.

 

 

La designación de consejeros del IFE quedó bajo el dominio de la partidocracia porque salían de la Cámara de Diputados. Pero el IFE tuvo varios meses que funcionar sin un consejero por la renuncia de Sergio García Ramírez y su silla vacante hasta la actualidad. Ciudadanizado en la reforma política de 1996, en el 2003 la designación de consejeros fue por cuota de partidos; así, el IFE pasó de ser del dominio absoluto del presidente de a república vía Gobernación y el PRI a una institución operada por un consejero sin militancia partidista aunque cuota de poder de un partido.

 

 

El problema del IFE es el dominio avasallante de los partidos: además de que los consejeros son dominios de los partidos, el consejo general tiene un representante directo por cada uno de los siete partidos políticos registrados y siete representantes de las dos cámaras pero con representación de un partido político. Así que todos los procesos electorales aparecen dominados por los partidos políticos, lo que reduce capacidad de maniobra a los consejeros. El IFE, a la postre, responde a los intereses de partidos y no de los ciudadanos.

 

 

La reforma al IFE para transformarlo en INE hizo a un lado la necesidad de crear una institución electoral profesional y al margen de los partidos. El consejo general del IFE y ahora del INE es más bien una mesa de negociaciones y no un organismo para determinar legalidad de elecciones. Ahora mismo el debate sobre los nuevos consejeros se lleva a cabo como un reparto de posiciones de poder de partidos.

 

 

La decisión del senado de excluir a los comisionados del IFAI actuales para buscar siete nuevos comisionados fue una lección sencilla: nuevas fichas para un organismo nuevo. La reconstrucción institucional de organismos colegiados que representaron en su momento la reducción del presidencialismo autoritario --el IFAI rompió el secreto y el IFE le quitó al gobierno las elecciones-- se ahogó en los intereses de sectores políticos interesados. Del IFE salieron, por ejemplo, consejeros ciudadanos a militar en partidos.

 

 

Los cuatro actuales consejeros electorales fueron cuota de los partidos, sobre todo el PRI, el PAN y el PRD. De ahí que los diputados deban dar una lección de democracia y escoger a nuevos consejeros electorales sin contaminaciones partidistas o de gobiernos anteriores. Para la democracia es preferible el error por aprendizaje que la certeza de los compromisos. El PAN en doce años en la presidencia cometió el mismo error de control del PRI, deterioró la calidad de los organismos y perdió las elecciones.

 

 

La democracia es para los ciudadanos, no para los partidos.

 

 

 

 

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