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Lunes, 24 Octubre 2016 01:58

Segundo Piso, un infierno para obreros de VW y vecinos de unidades habitacionales

El diseño de la obra obliga a cruzar por debajo del puente a quienes provienen de la armadora y los fraccionamientos. Los conductores sólo tienen dos opciones: usar el Segundo Piso, tomar la salida que se localiza a la altura del Bulevar Hermanos Serdán o llegar al final del Libramiento e incorporarse a la lateral de la Autopista.

  • Karina Fernández / @FdezKarina


La entrada en operación del Segundo Piso de la Autopista México-Puebla agilizó el viaje a los automovilistas de largo aliento, pero generó un caos a trabajadores de la zona industrial, a visitantes del Centro Comercial Outlet, a quienes busquen reincorporarse al Periférico, a pobladores de San Lorenzo Almecatla, además del embotellamiento que provoca en el bajo puente, a la altura de la unidad habitacional VW1.


En un recorrido realizado por CAMBIO, se pudo constatar que a 72 horas de su inauguración, automovilistas y camioneros se mostraron más familiarizados con el nuevo libramiento elevado debido a que más unidades de carga decidieron utilizarlo a diferencia del primer día de operación.


No obstante, el uso que reporta el viaducto no ha permitido desahogar el embotellamiento que se produce en las laterales, en el tramo que va del Bulevar Hermanos Serdán a la altura de la Unidad Habitacional VW1, que se ha convertido en un ‘infierno’ para los conductores que intentan cruzar ya que tardan más de cinco minutos en recorrer el kilómetro que contempla este trecho.


El infierno para trabajadores y habitantes


El tramo original de la Autopista México-Puebla que va del Bulevar Hermanos Serdán a la altura de la Unidad Habitacional VW1 sigue representando un caos para los automovilistas, pero aún más para los obreros de la armadora de Volkswagen que diariamente tienen que cruzar este trecho para llegar a su hogar y al trabajo.


Resulta que quienes viven en este conjunto habitacional o trabajan en la planta armadora forzosamente tienen que circular por debajo del puente, ya que tienen sólo dos opciones: usar el Segundo Piso y tomar la salida que se localiza a la altura del Bulevar Hermanos Serdán –justo donde se forma el congestionamiento vehicular- o llegar al final del Libramiento e incorporarse a la lateral de la Autopista y tomar los retornos.


Sin embargo, esta última opción representa un riesgo ya que a pesar que la obra ya fue inaugurada, no hay manera de incorporarse a la lateral de la Autopista para quienes descienden del Segundo Piso más que haciendo alto total, debido a que la forma en que están colocados los muros de contención complica la maniobra.


En este sentido, quienes deseen dirigirse al Outlet, San Lorenzo Almecatla o a la lateral para tomar el Periférico o la carretera con sentido a Veracruz están obligados a detenerse en su totalidad poniendo en riesgo su vida, o en su caso, tomar el retorno a la altura de San Miguel Xoxtla, que extiende su trayecto por lo menos seis kilómetros.


Bajo estas circunstancias, vecinos de la zona que laboran en Volkswagen o en proveedoras de la armadora situadas en los parques industriales Finsa y La Resurrección, por ejemplo, urgieron a que los gobiernos amplíen a por lo menos tres carriles el tramo original de la Autopista para desahogar el caos vehicular.


Automovilistas ya prefieren pagar peaje que cruzar tramo de VW


Automovilistas procedentes de Puebla y otros estados entrevistados por CAMBIO, confesaron que prefieren pagar 37 pesos –peaje por incorporarse al Segundo Piso a la altura de la empresa SKF Group- que exponerse a circular por el bajo puente a la altura de la Unidad VW1 en donde los dos carriles no se dan abasto para el tránsito vehicular.


“Acostumbro viajar en carretera, es parte de mi trabajo y definitivamente prefiero pagar el peaje si evito entrar al embotellamiento que se forma en Volkswagen (…) Quizás el costo sea un poco elevado pero el costo-beneficio lo vale”, dijo un automovilista con placas del estado de San Luis Potosí.


Es preciso destacar que desde el bajo puente con sentido a México, sólo hay una incorporación al libramiento elevado, a diferencia del sentido contrario en donde se ubican dos accesos: uno a la altura de San Jerónimo Caleras y otro en Villa Frontera.


Dicha incorporación es paralela a la empresa SFK Group cuyos precios varían para los conductores: motociclistas 18 pesos, automovilistas 37 pesos, autobuses 92 pesos, y camiones de carga de 47 a 66 pesos, según el número de ejes.


Durante el recorrido que realizó CAMBIO, un matrimonio de comerciantes procedente de Tlaxcala, indicó que si bien había utilizado el Segundo Piso por primera vez, admitieron que el costo les parecía elevado ya que la distancia a recorrer no es significativa por lo que en otra ocasión discutirán sobre las ventajas de usar la supervía.


Según datos oficiales, la obra costó 10 mil 500 millones de pesos y se espera un aforo vehicular de 13 mil unidades diarios, de las cuales, el 70 por ciento serían de carga, cuyas cuotas asciende de 221 a 249 pesos.


Tomando en cuenta los costos establecidos en las casetas y los 30 años que administrará esta vía el consorcio OHL–Pinfra, la construcción les resultó un ‘negociazo’ ya que en sólo siete años recuperarán los 5 mil 500 millones de pesos invertidos para la construcción del proyecto, sin necesidad de actualizar los peajes. En los 23 años siguientes, serían de puras ganancias con un ingreso diario de al menos 2.2 millones de pesos.