Domingo 31 de octubre de 2021, 1:34 a.m. El número de emergencia 911 recibió una llamada de alerta por una nube blanca y un fuerte olor a gas en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán.
Al mismo tiempo, los celulares de los habitantes de dicha área comenzaron a recibir mensajes: los vecinos se habían percatado de que corrían un peligro mortal.
Mientras recobraban la conciencia en medio de la noche, algunos se dieron a la tarea de alertar a las demás familias y llamar directamente a sus puertas. Era urgente salir y correr por sus vidas.
En poco más de una hora, que pareció unos cuantos minutos, las calles se vieron llenas de gente que apresurada y en shock buscaba moverse a una zona segura, sin lograr dar crédito a lo que ocurría, y entre nervios y pánico agarraron a sus hijos, abuelos, familiares con discapacidades e inclusive idearon maneras de llevarse a sus mascotas.
75 minutos después de la alerta, un tiempo decisivo y en realidad corto para salvarse, prácticamente toda la avenida Gasoducto, esquina con avenida Ferrocarril, se vino abajo.
Derrumbe de viviendas por explosión de toma clandestina en San Pablo Xochimehuacan #Puebla #CódigoRojo pic.twitter.com/wTN8sOVFeC
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A las 2:49 horas tuvo lugar la primera de tres explosiones con un calor, un estruendo y una fuerza incomparable que cimbraron intensamente cada metro del lugar, cada cuerpo y construcción, arrebataron gritos y vidas, llegaron a reventar los vidrios en demarcaciones aledañas y hacer temblar al estado vecino de Tlaxcala.
Cuando intentaban resguardarse, hubo quienes vieron volar sus puertas y sus vidrios, así como colapsar las bardas y el techo de sus hogares, que junto con sus pertenencias y años de esfuerzo se consumían entre las llamas.
La explosión nos pegó en todos lados. Ventanas, puertas y paredes. Así narra vecino de de San Pablo Xochimehucan las horas de angustia que vivieron por explosión de un ducto de gas en la zona #Xochimehuacan #Puebla pic.twitter.com/t9xRQ9rQbd
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Quienes no corrieron con la suerte de alejarse lo suficiente, fueron alcanzados en alguna de las tres explosiones por un calor helado y decisivo, sus cuerpos ardieron, salieron disparados e incluso, lamentablemente, reventados; una población vuelta cenizas.
⚠️ [IMÁGENES SENSIBLES] ⚠️ El video contiene material que puede resultar sensible para algunas personas
Dos señoras así quedaron quemadas justo después de la explosión en #Xochimehuacan
? Vía | @itzivalencia pic.twitter.com/BICiDOAtAV
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Cuando aún faltaban dos horas para que saliera el sol, el día y el mundo que encerraba San Pablo parecían haber llegado a su fin; mientras se desplazaban entre lo que más bien parecía el mismo infierno, las autoridades a tono de película apocalíptica gritaban entre escombros para dirigirse a cualquier ruido que pudiera venir de alguien atrapado en las inmediaciones.
En un amanecer invadido por el humo, los habitantes de al menos 54 viviendas volvieron a las ruinas que el día anterior eran una parte más de la capital para rescatar a quienes quedaron atrapados y para llevarse en bolsas de plástico lo que quedaba de sus vidas.
Otra de las calles en San Pablo Xochimehuacan dónde también hay daños en viviendas y vehículos, ocasionados por la explosión de fuga clandestina #Puebla #CódigoRojo pic.twitter.com/5uLqZldmOS
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En un constante pase de lista a lo largo del día no pararon de buscar a los desaparecidos, quienes en el mejor de los casos estaban heridos y ya recibían atención médica; más tarde, la lluvia vespertina vino a refrescar y calmar lo que parecía un insaciable incendio, así como ayudar a cerrar el ducto de combustible.
Gracias a la lluvia que cayó sobre Puebla capital, personal de Pemex y de Bomberos pudieron apagar la llama que se generó con la explosión en San Pablo Xochimehuacan por una toma clandestina #Puebla #Xochimehuacan pic.twitter.com/D5nzJUcL7R
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El ‘huachigas’ mostró la peor de sus caras al convertir una colonia en el reflejo de una zona de guerra y ruinas en cuestión de horas, con detonaciones que en segundos arrebataron vidas, hogares y todo tipo de estabilidad, física como emocional, y hasta patrimonial de los pobladores, cuyos domicilios, aparte de desplomarse, llegaron a ser asaltados por quienes cruelmente aprovecharon la vulnerabilidad de la situación.
Mariana Cervantes / Ricardo Juárez
@marcervantesp / @RicardoJuaAlma