El bebé encontrado el pasado 5 de enero, muerto en el Cereso de San Miguel en Puebla presuntamente corresponde con el cadáver de un infante de la alcaldía Iztapalapa que fue exhumado.
De acuerdo con información de Milenio, los supuestos familiares del bebé confirmaron que realizaron una conexión entre el cuerpo hallado en el penal al enterarse de que portaba un brazalete con los mismos apellidos, por lo que acudieron al cementerio para verificar.
“Es en ese momento que a nosotros nos da la espinita(...) el papá del bebé se dirigió al panteón y verificó que no estaba su cuerpecito”, dijo en entrevista para el equipo de Elisa Alanis.
La exhumación del cuerpo del panteón y su traslado a Puebla habría ocurrido entre el 6 de enero y el 10 de enero, día en el que fue hallado el cadáver en el basurero del Centro de Reinserción Social.
Las cicatrices de cirugía reportadas en su abdomen coinciden con una serie de procedimientos quirúrgicos que se le realizaron a raíz de padecimientos intestinales, descritos por su familiar.
“El bebé estuvo internado desde que nació en el hospital pediátrico de Iztacalco. Él nació con un problema en los intestinos, tuvo seis cirugías (...) el bebé falleció por una causa pulmonar, un colapso. Falleció el día cinco de enero a las ocho de la mañana y el día seis de enero lo llevamos a enterrar al panteón civil de Iztapalapa”, agregó.
El acta de defunción 210164529 de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, una copia de la cual comenzó a circular ayer en redes sociales, el menor en efecto falleció en el hospital mencionado por las causas descritas por su familiar “hemorragia aguda pulmonar, coagulación intravascular diseminada y choque séptico”.
El documento confirma, el sexo masculino del bebé y contiene los apellidos que mostraba la pulsera que portaba el cadáver. La familia acudió desde ayer a la Fiscalía de Puebla para la toma de muestras que permitan corroborar por completo el parentesco con el bebé
Con información de Milenio
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Redacción Diario Cambio
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