El coronavirus acabó con 63 años de historia de lucha libre ininterrumpida en Puebla y con ello se acabó el empleo para cerca de 200 personas que vivían de la euforia y alegría de los poblanos que acudían a la Arena Puebla, además de que entre taquillas, venta de máscaras, cemitas, refrescos, cervezas, se han perdido por lo menos 27.3 millones de pesos en un año.
Se estima que entre comerciantes de todo tipo, tanto de afuera como al interior del inmueble, además de luchadores, presentadores y periodistas, la pandemia de COVID casi acabó con 200 empleos que se generaban por el espectáculo, pero lo curioso es que los vendedores resisten afuera de la arena aunque no haya espectáculo.
La Arena Puebla vivió su última función el 16 de marzo de 2020 teniendo como lucha principal a ‘Último Guerrero’ contra ‘Forastero’, pues el riesgo de contagiarse del virus obligó a suspender los eventos masivos desde su llegada a la entidad.
Cada lunes se pierde medio millón de pesos
Tomando en cuenta que la Arena Puebla tiene capacidad para tres mil aficionados, aunque no siempre se llena, y de acuerdo con los precios de la última función, los cuales oscilaban entre 100 pesos en el balcón y hasta 275 pesos en las primeras tres filas, se estarían perdiendo hasta 320 mil pesos cada lunes que se suspendió el evento.
Además, en promedio, los vendedores de cemitas comercializaban cerca de mil unidades a un costo de entre 50 y 55 pesos, por lo que su pérdida de un solo día es de 110 mil pesos, sumado a los 80 mil que se vendían al interior del recinto por concepto de refrescos y cerveza cada lunes.
Asimismo, entre máscaras, recuerdos, playeras que se venden a interior, como en las calles aledañas se pierden entre 10 mil y 15 mil pesos por cada noche que se canceló la función de luchas.
Sumando todos estos conceptos da un total de 525 mil pesos que se pierden por función, multiplicándolos por los 52 eventos que se cancelaron a lo largo del año, se dejaron de producir 27 millones 300 mil pesos.
En días recientes, algunos comerciantes volvieron a abrir sus puestos en la zona de la 13 Oriente para intentar reactivar la economía, ellos lo hacen el mismo lunes como parte de una tradición que ahora sólo consiste en ir a dar una vuelta y comprarse una cemita o una máscara.
Elaboración de cubrebocas salvó a los fabricantes de máscaras
Estela Rodríguez, encargada de ‘Máscaras Alejandro Rodríguez’ que tiene más de 50 años en el negocio, mencionó a CAMBIO que en un buen lunes, con una cartelera atractiva para el público, se podrían vender hasta tres mil pesos, sin embargo, durante la pandemia tuvieron que cerrar su tienda, y ahora que volvieron a abrir hay días que no se persignan.
Pero para salir adelante tuvieron que idear una nueva forma de sostenerse y fue cambiar por la producción de cubrebocas, con las siluetas de los luchadores más atractivos. Fue esto lo que los sacó adelante.
Destacó que otra de las actividades económicas que los ayudó a salir adelante fue que tuvieron pedidos a otros países, como fue Japón, donde continuaron solicitando máscaras de exportación.
No hemos dejado de venir los lunes porque hay que vivir: vendedores de cemitas
Max, el encargado de ‘Cemitas el Gordo’ detalló a esta casa editorial que a pesar de la cancelación de las funciones de luchas hace un año, ellos no han faltado ni una sola semana para vender, pues tienen que continuar solventando los gastos propios de un hogar y una familia.
El vendedor mencionó que las ventas cayeron un 80 por ciento, ya que todavía hay personas que se dan su vuelta para degustar una tradicional cemita y mencionó que el 20 por ciento de lo que venden comparado con lo que se comercializaba antes de la pandemia los ayuda a vivir al día.
De hacer crónicas pasamos a hacer notas de luchadores fallecidos: periodista de luchas
El periodista de luchas Arturo Wenceslao Rodríguez, quien tiene en el medio más de 17 años y se especializa en lucha libre, destacó que la principal variante en este rubro fue que empezaron a realizarse notas informativas sobre la muerte por el virus de algunos ‘gladiadores’.
A su vez, ante la reactivación de eventos privados, detalló que el color que brinda la afición a cada lucha se extraña, y tiene que ser remplazado en cada crónica con tecnicismos y más información sobre la lucha, así como los contendientes.
En su rubro personal, el medio en el que trabajaba lo despidió y tuvo que empezar a realizar otro tipo de actividades, siempre apegadas a la lucha libre, pues empezó a realizar convivencias con luchadores, también como forma de ayudarlos.
La Comisión de Lucha Libre Mexicana ha contabilizado un total de 30 defunciones de gladiadores a causa del coronavirus, entre los luchadores más emblemáticos que perdieron la vida se encuentran: ‘Matemático II’, ‘Súper Bracito’, ‘Sangre Guerrera’, ‘Mercenario’ y ‘Pantera Azteca’.
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José Alberto Pérez
@Josealberto_5