Esta enfermedad llamada murcomicosis en su término científico y que ya está México, luego de que se presentara su primer caso en el Hospital General de Zona 71 en Chalco es una infección en la que un hongo produce un tipo de moho para atacar a las pequeñas arterias y venas de los tejidos, interrumpiendo así el flujo de la sangre y derivando en la necrosis, que es la muerte del tejido.
Los síntomas iniciales suelen ser bastante comunes: ojos rojos, párpados caídos o nariz enrojecida. Más tarde, los pacientes pueden tener secreción nasal con sangre o negra, quizás también fiebre y pueden experimentar dificultad para respirar.
También presentan secreción nasal (negruzca / sanguinolenta), dolor local en el pómulo. Dolor, entumecimiento o hinchazón facial unilateral, así como decoloración negruzca sobre el puente de la nariz y / o el paladar.
Se puede presentar dolor de muelas, aflojamiento de dientes, afectación de la mandíbula; visión borrosa o doble con dolor, lesión cutánea; trombosis y necrosis, además de dolor de pecho, dificultad para respirar y vómitos con sangre.
Lamentablemente, los pacientes suelen acudir a consulta médica en etapas muy avanzadas, cuando la visión ya fue prácticamente afectada, por lo que opción más viable es la extirpación del ojo para evitar que la infección llegue al cerebro.
Si se detecta en casos severos, el tratamiento inicial es la remoción de los tejidos afectados con cirugía. Después, se debe suministrar diariamente un fármaco contra los hongos llamado anfotericina B - y hasta ahora el único eficaz contra la infección- de forma intravenosa para controlar la enfermedad; éste también se suministra en casos moderados o leves.
Es importante aclarar que este tipo de hongo no afecta a personas con el sistema de defensa normal, sino a aquellas cuyo sistema se encuentra debilitado como pacientes con cánceres de diversos tipos, diabetes severas, VIH/ SIDA o coronavirus.
La manera en que alguien puede contraerla no es a través del contacto de persona a persona, sino al respirar las esporas que puedan encontrarse en el medio ambiente, como en el suelo, las plantas, el estiércol y las frutas y verduras en descomposición.
Con información de Infobae
Redacción CAMBIO
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